Había llegado a la tierra hacia tres meses, no había vuelto a saber de los arcángeles, ni de Adam y menos de Bart. Lo cual me mantenía constantemente al borde de los nervios.
Raphael me había prometido que encontraría la manera de convertir en humano a Bart, y si eso no era posible entonces haría todo lo posible por conseguir una cura a su enfermedad, a pesar de que eso es lo que ha estado haciendo por varias décadas.
Miré el reloj digital de la mesita de noche: eran las 9:00 am. A estas horas a Luke siempre se le ocurría prepararme un rico y humeante desayuno. Se me aguó la boca al oler el aroma de los panqueques calientes filtrándose por las ranuras de la puerta cerrada de mi habitación.
De un tirón aparte la sabana que me cubrió de la fría noche y me bajó de un salto de la cama, corrí para llegar a la puerta pero entonces algo me detuvo.
Allí sobre la peinadora se encontraba una cajita de madera con los bordes tallados en finas líneas y dibujos de ángeles tocando arpas.
Me acerque para tomarla en mis manos luego la abrí y ante mí, la pluma de Gabriel se encontraba reposando sobre una almohada de terciopelo.
No le dije a nadie sobre esta pluma, en lugar de eso la guarde en esta caja y cada mañana me levanto sintiendo un impulso inevitable de verla de nuevo, solo un recuerdo de que todo fue real…o tal vez no solo sea un recuerdo sino algo mas, pero no había vuelto a ver a Gabriel y aun tenía una pregunta que me había estado molestando. ¿Por qué quiere que no salve a Bart?
Cerré la caja y la dejé sobre la peinadora con delicadeza. Me encamine a la cocina donde encontré a Luke sonriendo y con dos platos rebosantes de panqueques en sus manos.
-¿Cómo amaneció mi ángel favorito?
Sonreí y actué como cualquier día normal antes de que llegaran tantos nuevos personajes a nuestras vidas, antes de que dejara solo y preocupado a Luke.
Después de comer me vestí como siempre lo hacía, con un traje-de-baño completo y un vestido cubriéndolo de la luz del sol. Me despedí dándole un beso a Luke y deje la casa cargando un bolso con una segunda muda de ropa a mis espaldas.
Tuve que rogarle a Luke durante varios días que me dejara ir sola al gimnasio. El insistía en que aun necesitaba guardaespaldas contratados o algún tipo de rastreador que pitara cuando estuviera en peligro y avisara inmediatamente a una estación de policía. Pero yo le dije que no era necesario, estaba segura que todos los problemas habían terminado… bueno todos los problemas relacionados con mi muerte o mi confinamiento para lo que sea que unos locos planearan hacer con el quinto elemento. Luego de mucho esfuerzo y riñas fácilmente olvidables, Luke accedió a dejarme ir sola a nadar.
Caminé por la misma acera donde fui atacada por Deo, y donde fui llevada por Bart hacia nuestro mundo. Al cual no he vuelto desde que le avise a Bart sobre mis planes.
Una mano se posa amablemente sobre mi hombro, yo, a pesar de la sutileza en esa acción, me di la vuelta con brusquedad mirando esa persona con asombroso.
-¿Cómo estas Sophie?- Bret me miraba con esos ojos chocolate que yo tanto había apreciado pero que también en un periodo de tiempo, estuvieron llenos de odio ajeno.
-Bret…- me olvide del pasado y me lance a sus brazos enterrando el rostro en su pecho donde pude sentir el latir de su vigoroso corazón.
-es bueno volverte a ver- susurró con los labios pegados a mi pelo. Y de pronto me pregunté si él se acordara de todo lo ocurrido en el cielo. Pero, por todo ese asunto de estar poseído, existía la posibilidad de que no recordara nada.
Me deslice apenas un poco de sus largos brazos que ceñían mi cintura para mirar sus dulces ojos achocolatados, el no parecía mostrar ningún signo de culpa, todo lo que había allí era simpatía.
Tenía razón, el no recordaba nada.
-es bueno volver a verte a ti también- dije sonriendo y despegándome de su cuerpo. – ¿Qué haces por aquí? ¿No estabas en Miami con tu familia?- le pregunte recordando de pronto la noche tan vergonzosa en la que había conocido a su familia.
-sí, lo estaba, pero un pequeño acontecimiento nos envío de vuelta a Venezuela, y ahora estamos viviendo en esta avenida. Mira, justo allí- levanto una mano con su dedo índice apuntando una casa lujosa que siempre llegaba a ver cada vez que pasaba por este camino.
-debieron de haberse mudado hace poco pues siempre he pasado por este mismo camino para ir al gimnasio- dije lanzando el pulgar sobre mi hombro.
-de hecho acabamos de llegar, el camión con nuestras cosas estará aquí en unos minutos así que mi padre me envió para vigilar que todo esté bien mientras él y mi hermana hacen unas diligencias- tomo una pausa y luego pregunto – ¿porque el gimnasio? ¿Te pones en forma para algo en especial?
-no- sonreí, sintiendo calor en mis mejillas –voy allí todos los días para hacer natación- sabia que él lo recordaría, y tenía razón. En cuanto reconoció a lo que me refería, una sonrisa torcida se extendió por su rostro lo que provoco que más sangre subiera a mis mejillas.
-entonces no solo eres una aficionada al mar sino que en verdad nadas…
-profesionalmente- me adelante sonriendo.
-oh bueno, eso explica muchas cosas, es el modo más divertido que he tenido de conocer a alguien. Y créeme que he tenido muchas formas locas de conocer a gente- el me sonrió de vuelta.
A lo lejos alcance a ver un camión grande y blanco. Le toque un brazo y apunte con la cabeza en dirección al camión.
-hora de irme. Chao bella- dice dándome un beso en la mejilla y alejándose. Pero antes de que entrara a su casa se volteo y me lanzo una última sonrisa con la mano al aire en despedida. Yo hice lo mismo para luego continuar mi camino con una sonrisa en el rostro.
Por la noche, al acostarme, me quedé un rato pensando en Bret y en todos los días que nos quedaban por delante encontrándonos de esa forma.
“tienes un nuevo amigo Sophie” pensé feliz.
Los parpados me pesaban así que los cerré para callar sus quejas. En menos de lo pensado ya me encontraba en el mundo de los sueños.
Todas las noches de esos meses no había estado más que soñando con una negrura inusual, al principio tenía la esperanza de encontrarme con Bart, pero luego… luego perdí la esperanza al entender que la negrura era todo lo que me esperaba.
Esta vez fue diferente.
Un olor a rosas y margaritas me llegaba desde algún lugar que no lograba precisar, luego de mucho olisquear me di cuenta que no venía de un lugar en especifico sino que estaba en todas partes. Me encontraba rodeada de ese olor aunque la negrura me impedía ver más.
Vi las imágenes en mi cabeza como si de un televisor se tratase. La negrura al principio era densa pero luego líneas grises y blancas se agrupaban en forma horizontal. De un segundo para otro, todo se apagó de nuevo y entonces se volvió a encender esta vez dejándome casi ciega con la luz que salía de todas partes.
Era mi pradera. En mi mundo. Rayos de sol se pagaban al pasto verde que contenía dulces flores y rosas de diferentes colores.
Todo era tan hermoso como siempre. Pero aun estaba esperando algo más. Estaba esperando que apareciera algo peludo y blanco o un hombre alto y de ojos azules. Pero nada venia a mí. Nada más que brisa y el suave cantar de un pájaro a lo lejos.
Camine sin rumbo hasta que me di cuenta que me encontraba en mi forma de chica-de-dieciocho-años y no en la forma de niña-de-seis que siempre había adoptado cada vez que llegaba a mi mundo. ¿Eso significaba que Bart estaría en su forma humana y no en su forma animal? Tenía sentido, pero seguía sin ver nada.
Suspire cansada de caminar.
Me acosté sobre mi espalda y me quede mirando el empapelado rosa que formaba parte del cielo.
Una mano se poso sobre la mía.
Yo mire sobre mi hombro y allí delante, Bart me miraba a través de sus largas pestañas doradas.
-hola- dije sonriéndole.
-hola- me respondió, pero él no estaba sonriendo.
-¿estás molesto?- en vez de responder, miro el cielo evitando mi mirada.
-no tenias que posponer tu ceremonia Sophie- dijo con un tono de voz calmado pero aun así podía ver la frustración debajo de sus palabras.
-era la única solución Bart- le espete apretando su mano.
-tal vez, pero el hecho de que un acontecimiento tan importante sea retrasado es un error, y sobre todo si es por mí. Es imposible saber cuánto tardara Raphael en hacerme humano o en buscar la medicina milagrosa que salve mi vida- se detuvo para mirarme – ¿te das cuenta que hablamos de años, quizás décadas?
Me precipite ante sus palabras aunque no sabía porque, yo ya sabía esa parte. Quizás que él me estuviera reprendiendo fuera la fresita que adornara el pastel.
-¿y eso que importa? Al final se que Raphael lo conseguirá y tu vivirás de nuevo, no importa si es como un humano o como semi-ángel, estarás sano…
-si… ¿pero a costa de qué?- se sentó mirándome molesto -mientras pasan los años tu crecerás, te casaras, tendrás hijos y luego morirás, y para ese momento puede que Raphael a penas este creando la medicina.
-no… no será así.
-si será
-no
-Sophie, dile a Raphael que te arrepientes, dile que hagan la ceremonia mañana mismo si es necesario.
-¿y dejarte morir? No… no puedo Bart.
-pues tendrás que ser valiente y poder.
-¡no Bart!- grite poniéndome en pie. Lágrimas de frustración corrían por mis mejillas. –además, ¿porqué te preocupas tanto por el paso del tiempo? si yo muero y tu consigues curarte, podrás vivir una vida normal. Quizás hasta te cases y seas feliz.
El no respondió. Se dio la espalda pero no antes de que viera un atisbo de tristeza en sus ojos.
-Sophie, no podría ser feliz.
-¿Por qué Bart?- el volvió a darme la cara, soltándome una hermosa sonrisa torcida.
-¿no lo ves?
-¿ver qué?- me acerque dos pasos preocupada.
-Sophie…- bajó la cabeza –lo que tenía que decirte en el lago, cuando tú me callaste y me dijiste que te lo dijera después de que estuviese a salvo- pareció detenerse y luego levanto la mirada, se acerco varios pasos a mí.
-tienes razón, se me había olvidado por completo ¿Qué es?- dije al ver que no decía nada más.
-Sophie, te quiero.
El corazón se me aceleró. Pero sabía que esa sola palabra había estado allí siempre. Eso ya lo sabía y no era nada nuevo, por eso respondí:
-ya lo sé Bart, yo también- le dediqué una suave sonrisa amistosa. Pero el ya se encontraba negando con la cabeza.
-no entiendes. Soph, te amo más que nada en este mundo. Más que incluso la vida.
Lo mire perpleja. Esto sí que era diferente.
Sentí como mis piernas se pusieron débiles y caí al suelo. Bart se arrodilló delante de mí con las cejas tocándose unas a otras en una clara señal de preocupación.
-Sophie… ¿estás bien?
-si… yo, yo solo… pensé…- esperé un poco sintiendo como el rubor me llegaba a las mejillas, entonces sonreí –pensé que nunca lo dirías.
El sonrió también, y así, subiendo una mano, me tomó del cuello y me atrajo hacia su cuerpo.
-también te amo- susurré.
Entonces, sus labios tocaron los míos. Al principio suaves, como había ocurrido cuando nos conocimos, pero luego se volvió casi desesperado.
Es verdad. Allí, en ese preciso momento, entendí que los dos necesitábamos esto, ambos teníamos reprimidos unos sentimientos que merecían salir a la luz.
¿QUE?
ResponderEliminarPERO?...COMO?....CUANDO?....YO?.....YO?....¡¿QUE?!
RISA! RISA RISA RISA RISA! JODER!, no me puedes hacer esto¡
cmo pudiste? NO! bart se salva?! cuanto tiempo tomara raphael? se quedan juntos o solo en el sueño?.....NO SE NADA!
risa! tiene que haber una segunda parte! TIENE QUE HABERLA! aaaaaah, no puedes dejarme con la insertidumbre si mi hermoso bart se salva o no, no puedes dejarme con un simple beso!
NO PUEDES!
ufffff, de acuerdo.....me calmaré. La verdad es que fue un excelente capi y no podría pensar en un final más apropiado. Lo que pasa es que soy un poco....explosiva ante el suspenso....pero habra segunda parte...cierto?
de otro modo, me vere obligada a suicidarme...
hahaha, asi o mas extremista?
felicidades risa por tu primera novela terminada! espero con ansias poder leer tu segundo escrito y espero que no te desanimes y sigas escribiendo!
un beso!
att
withney
Hola, Risa el final estuvo algo inesperado, pero me gusto fue un final un tanto emotivo, Esta historia me encanto entre el toque mágico, acción y suspenso fue muy buena Felicidades Risa.. Escribes muy bien.. me late 2da parte
ResponderEliminarMe encanto Leer VZLA me emocione (No se xq xDD)
Voice se muy interesante, me ha llamado!
Estaré pendiente, empezó con acción
Abrazos
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
ResponderEliminarWTF?! Entonces ella será anciana o probablemente esté enterrada mientras el quizá apenas esté en vías de recuperarse?!
O______O
Ohhh nononononono! Tienes que escribir una segunda parte! >.< (sí, es una exigencia!!)
Hay muchos cabos que necesitan atarse: Raphael tardará mucho? Esto fue solo un sueño o verdad? Bart llegará a recuperarse antes de que Sophie llegue a la ancianidad? OO:
Demasiadas preguntaaaas! Necesito saber qué pasará, Risa!
hahaha
Dejando a un lado mi dramatismo, está, como diríamos aquí los mexican, DE POCA!! (demasiado genial)
hahaha. En serio que me traías mordiendome las uñas con esta historia. xD
Espero que la continues, y muchas felicidades por tu novela terminada!! (ojalá yo algún día pueda hacer lo mismo TT-TT) xDD
Te mando un saludo y un abrazooooooote de panda
Atte:
Atzi
ahh..... como pudiste RISA- bart se salva- cual fue la decicion de soph - que pasa con lucien y amy - salva asu abuela - x q no quiere gabriel q salve a bart ...!!!
ResponderEliminarme encanto la historia al principio crei que no valia la pena leerlo pero ... comenze hoy y lo termine no podia dejar de leerlo me dules mis uñas (me las estube mordiendo.. :() y mi familia se quejo por mis gritos...la culpa es tuya ..!!!
pero en serio me encanto tu historia esperaba un final diferente como el tipico " y vivieron felices por siempre" pero no siempre es asi no RISA
todas tus historias hasta hora me tienen, como decirlo inquieta, nerviosa, espero qu continues escribiendo... me gustaria vivir en venezuela para que me dejaras leer tus historia y no esperar tanto a que las subas en tu blog ... :(
no dejes de escribir tiene un don y debes compartirlo no es para guardarlo... te quiero un monton RISA no dejes de escribir x fa