miércoles, 30 de marzo de 2011

reportandome


que tal chicos/as? bueno vengo a reportarme porque aun no tengo listo el capitulo 12 de SLG, pero ya pronto lo tendre.


bueno tambien vengo a pedirles un enorrrrme favor. Es sobre un concurso de cuentos que mi queridisiima amiga withney esta organizando.


si quieren leer mi cuento que por cierto se trata sobre el dia de san valentin, lo pueden buscar en la pestaña que dice relatos o tambien por este link http://wm-lca.blogspot.com/2011/03/febrero-rosa-votaciones.html porfavor leanlo y voten en ese link que les di. :)


bueno y sin mas que decir, los dejo hasta la proxima.


los quiere mucho ~risa~

sábado, 19 de marzo de 2011

capitulo 11: Aliado

al fin tengo este nuevo capi, disculpenme por la tardanza y espero poder tener listo el siguiente capi para el prox fin.

porfavor comenten y dejenme sus opiniones :) los quiero mucho a todos. gracias por el apoyo!



Mi puño impacto nuevamente contra esa enfermiza pared blanca. Mi palma quedó sumergida en el líquido en que se convertía la estructura y tuve que hacer un esfuerzo inmenso para tener mi mano de vuelta.

Ya había inspeccionado varias veces lo que me rodeaba. Las paredes eran lo único que me acompañaba, y solo me quedaba conocerlas.

Era un material que a la vista se veía reluciente y pegajoso, pero cuando lo tocaba, era como traspasar el agua, se sentía muy bien. Me di cuenta que con el tiempo mi mano seria absorbida y no he querido averiguar el resto.

Tenía mucha hambre, nadie había venido a darme comida, a pesar de que había pasado mínimo diez horas desde que me desperté y supe que me habían secuestrado; sin contar las horas que estuve dormida que probablemente no fueron muchas y además de esas también estaban las horas que pase sin comer en el bosque. En conclusión no había comido desde hacía mucho tiempo. Quizás desde la última vez que vi a Luke.

-Luke…- dije mientras una lágrima caía al suelo.

¿Qué estará haciendo en estos momentos? Cuanto quisiera poder estar ahí con él.

Pero no podía por ahora hacer nada para salir de aquí. Este cuarto no tenía puertas ni ventanas.

Me recosté en el piso, mientras unos involuntarios sollozos escapaban de mis labios.

Quería salir de ahí, quería que mi vida volviera a ser normal, pero siendo honesta conmigo misma, nunca había sido normal.

Desde que Deo apareció, solo ha habido problemas y más problemas, no he podido descansar ni una sola vez.

Recordé la última vez que toque el agua. Fue hace mucho tiempo, no podía tolerar un momento más sin nadar.

Mire la pared liquida que se encontraba más cerca.

-¿qué pasaría si…?- extendí la mano hacia la pared hasta que la punta de mis dedos toco su superficie… era igual a tocar la piscina que hay en el gimnasio cerca de mi casa.

La introduje más a fondo, y más y más hasta que… todo mi brazo estaba sumergido dentro.

Alce la otra mano y la introduje lentamente en la pared. Las moví libremente del otro lado, sonriendo metí un pie dentro, junto con mis brazos.

-es igual- dije feliz.

Se me ocurrió meter la otra pierna, pero me dio miedo, no conocía nada de las personas que me tenían aquí, no sabía si esto era una trampa o no.

Pero mi irracionalidad venció mi mente racional y así probé con meter la otra pierna en la pared.

Me sentía feliz de poder tocar agua al fin. Pero eso no parecía hacerme olvidar el hambre que sentía.

Jale mis brazos para salir, pero estos no salieron, mis piernas se encontraban en el mismo estado que mis brazos.

¿Me había quedado atascada?

No, no podía ser. Jale lo más fuerte que pude, pero no podía sacar mis miembros de ahí.

-no… no… - dije preocupada. – ¡Ayuda!- grite, pero nadie me oyó. – ¡auxilio!-

Oh no, esto es malo. Si no salía nunca, como terminaría todo lo que me queda por hacer.

Aun tengo que salvar a mi abuela, tengo que ir a mi ceremonia electiva y le prometí a el arcángel Uriel y a miguel que encontraría la otra mitad del quinto elemento.

Baje la cabeza, hasta que mi barbilla toco mi pecho.

-soy un desastre-

-no, no lo eres- pegue un brinco. –Vamos a sacarte de ahí- alguien me tomo del estomago y jalo fuerte. De repente Salí disparada hacia atrás cayendo encima de esa persona.

Rápidamente me levante y me separe lo más que pude.

-tranquila, solo vengo a traerte comida-

-¿c-comida?- dije medio embobada.

-sí, supuse que una prisionera humana tendría hambre, pero al parecer estos tipos aun no lo quieren entender.

-¿a quién te refieres?-

-pues… no estoy segura si este cualificado para revelártelo. Pero algún día lo hare-

-no me quedare tanto tiempo-

-lo mismo quisiera pensar yo, pero eso ninguno de los dos lo decide- fue ahí cuando lo mire a los ojos.

Un color caramelo se mezclaba con verde dentro de su iris, sus mejillas eran rosadas y juveniles, llevaba puesto una braga marrón que le cubría todo el cuerpo y se encontraba adornado con algunos parches que tapaban los agujeros que había debajo. Era solo un niño quizás tendría quince años.

Vi una bandeja dorada a sus espaldas colocada en el piso.

Corrí hacia ella y me abalance sobre la comida sin ni siquiera preocuparme por lo que contenía cada plato.

-Sí que tenias hambre- lo escuché decir, pero no me importo, estaba muy ocupada alimentado a mi lastimado estomago.

-----o-----

La bandeja vacía se encontraba a un lado de la habitación, y yo sentada en una esquina, sosteniendo mis piernas, abrazándolas contra mi pecho mientras mi barbilla descansaba en el soporte de mis rodillas. Veía a aquel joven con expresión sombría.

-vamos, no me mires así, estoy de tu bando…-

-como sea… no entiendo porque sigues aquí, ¿que mas quieres de mi?- era una pregunta retorica, pero él me miro dispuesto a responder. –no… no pronuncies una palabra más, se que te han enviado para sacarme información, pero no diré nada- metí la cabeza en mis piernas, ocultando el dolor que me causaba el significado de lo que estaba diciendo. Eso quería decir que no podría volver a ver a Luke, ni a mi abuela, tampoco a Lucien o Bart. Me encontraba sola… sola como toda mi vida lo estuve…

Una mano se apoyo en mi hombro y yo pegue un brinco mientras me arrimaba aún lado, teniendo cuidado de no tocar las mortíferas paredes que me rodeaban.

-tranquila…- una pausa larga siguió luego de esa corta palabra. –Tienes razón… al principio yo… yo venía a interrogarte, pero, no puedo hacerlo, no puedo permanecer por más tiempo como cómplice de este juego de poder-

Levante la mirada, asombrada por lo que oía.

-de que hablas, de que juego me hablas- la mano que se encontraba en mi hombro subió en el aire hasta sostener mi mejilla.

-hija de poderosos padres consumidos por la ambición…- mi corazón comenzó a latir más rápido cuando este chico pronuncio esas palabras –debe ser muy duro, pero te comprendo…- no entendía por qué se encontraba hablando de mis padres, no sabía cuando habían llegado a esta conversación, pero tenía un presentimiento de que pronto lo descubriría.

Su vista se dirigió al techo, pensando en el modo adecuado para soltar lo que tenía en mente.

-soy humano, y he estado aquí desde un largo tiempo. No envejezco y tampoco me enfermo mientras permanezca bajo este techo.-

-no entiendo… ¿por qué no escapas? Es decir, está bien que te guste mantener tu forma joven pero…-

-no…- me interrumpió –veras, muchos jóvenes humanos son traídos a este lugar para mantener trabajos laboriosos, entre ellos me encontraba yo. Al principio no tenía idea de lo que sucedía pero luego fue más sencillo una vez que los propios dueños de todos esos actos nos informaron que nunca más volveríamos a tener la vida que antes poseíamos. A partir de ese momento, renací como una persona nueva. O por lo menos eso fue lo que aquellas personas se empeñaban en decirnos.- hizo una pausa y luego me miro –eres tan… parecida… una vez que vi tu cabello dorado supe que eras hija de esos dos, nadie por aquí tiene otro color de pelo que no sea marrón o negro, excepto por tus padres.-

-no hables mas de ellos... mejor dime, ¿quieres salir de aquí?-

-pues…- se rasco la cabeza, dudando –me gustaría mucho, pero ya hace tiempo que mis padres murieron y todos mis hermanos se encuentran muy ancianos, no creo que pueda presentarme de repente en este aspecto… además- sus pómulos se sonrojaron mientras bajaba la mirada.

-¿Qué?-

-es solo que, hay una persona entre los sirvientes, que me gusta mucho… ella es muy hermosa y…-

-entonces dile lo que sientes-

-no es tan sencillo, ella es tres años menor que yo y nunca se ha interesado en un chico-

-pues sé el primero- le guiñe un ojo mientras sentía como la confianza entre nosotros podía fluir sin problemas.

El me miro, sorprendido por mi propuesta. Su rostro seguía rojo de la vergüenza cosa que me hizo gracia.

-entonces, lo hare. Muchas gracias señorita…-

-Sophie, solo Sophie-

-gracias Sophie, por cierto yo soy Adam- sus ojos brillaron con la alegría, y luego pareció recordar algo. – ¡claro! Te sacare de aquí, después de todo me has ayudado-

-¿de verdad puedes hacer eso por mi?

-¡por supuesto!- dijo mientras una sonrisa se le extendía por el rostro, de alguna manera, Adam me daba confianza.

Mire al piso, aliviada.

De repente oí el rose de telas que hacia Adam al levantarse. Lo mire con curiosidad.

-¿Qué haces?- pregunte mientras a gatas me acercaba a él.

Para mi sorpresa, soltó una pequeña risa en respuesta a mi pregunta. Adam se encontraba arrodillado en el suelo con las manos en su pecho sosteniendo un collar que no había notado.

Entre sus dedos pude ver el reflejo de algo brillar, parecía ser de un blanco intenso.

-esto es una pequeña trampa que la señorita Mitz decidió instalar- ese nombre me resultaba familiar… lo tenía en la punta de la lengua cuando Adam continuo hablando. –es una piedra hecha de energía humana…-

-¿energía humana?-

-si... fue lo que aporto Nith al asunto, son todas esas energías sobrantes de un humano que son recogidas para ser implantadas en estas piedras- otra vez un nombre conocido, sabía que lo había escuchado hace poco.

Un claro en un bosque se me vino a la mente, luego un rio y un paisaje que oscurecía. Era mi mundo, en el cual había estado con Bart. Ahí fue cuando le conté sobre aquellas personas que me había encontrado al salir de mi última competencia de natación, me dijo que ellos eran Nith y Mitz, pero que le habían traicionado al irse con mis padres.

Un poco impactada mire a Adam, quien seguía sosteniendo la piedra en sus manos mientras que con los labios modulaba unas cuantas palabras en otro idioma.

En seguida en el piso, al frente de el, un remolino se materializo. Giraba muy rápido y parecía querer tragarse todo el cuarto pero en lugar de eso, se mantenía firme en el mismo lugar en el que había nacido.

-¿Qué es eso?- pregunte asustada, echándome para atrás.

-es la puerta que conduce al exterior- dijo mirándome con una sonrisa reluciendo en su rostro y con ojos hermosos que dejaban expresar toda su inocencia.

En cierto modo, agradecía que fuese Adam el que se acordase de traerme comida y no otro, el, aunque afirmara que había vivido un prolongado tiempo aquí, no tenía la sabiduría que contaba alguien como Uriel, Miguel o Bart. Si hubiese sido alguien más inteligente, estaba segura que en estos momentos me encontraría sola, atorada en la pared y muriendo de hambre.

Lo mire con dulzura devolviéndole una grata sonrisa.

-gracias Adam-

-no es nada, Sophie- dijo mientras devolvía su mirada al remolino –entrare primero, cuando te diga me sigues- me dijo mientras introducía una pierna en el fenómeno del piso.

-espera…- le sostuve la manga antes de que su cuerpo entrara por completo.

El se volteo sorprendido.

-¿qué sucede?- por un momento esos ojos verdosos me miraron, intimidándome con su presencia.

-es solo que, quería saber si… me puedes llevar con mis padres…-

-¿los señores Dahl?- dijo mientras levantaba una ceja. Me sorprendió oír el apellido que estaba destinado en ser mío, nadie nunca lo había mencionado antes, ni siquiera el nombre de alguno de los dos. Pero era mejor así, si sabia sus nombres, estaría pensando siempre en ellos, y en este momento no era lo que quería.

-sí, quiero verlos- le dije, con voz temblorosa y medio insegura. Pero sabía lo que quería, les había prometido al arcángel Uriel y a miguel que conseguiría el quinto elemento, con o sin entrenamiento.

-será difícil… no dejan que los criados entren en sus terrenos y no es sencillo hacer que te concedan una cita con ellos. Nadie nunca los ha visto a excepción de Mitz y Nith- me concentre en esa información un momento. Y luego lo mire determinada en llevar a cabo mi plan.

-si estas dispuesto a ayudarme, entonces sígueme, sino, por favor te pido que te apiades de mi y no le cuentes a nadie- me miro con ojos indescifrables.

No esperé su respuesta. En lugar de eso, me abalance sobre el remolino y sentí la calidez que me proporcionaba ese extraño ambiente en la piel.

Ojala y Adam se uniera, sería mucho más fácil si lo tengo de mi parte.

miércoles, 16 de marzo de 2011

no me he muerto aun! sigo viva pero FULL de examenes :(


buenas buenas! paso por aqui para decirles que solo dos dias mas y les prometo que me pondre las pilas para montar todos esos capis faltantes.

dos dias porque son dos dias mas de examenes, mañana tengo biologia, y no se como pretendo pasar esa materia pues esta dem dificil.

buehh...! les vengo a recomendar un blog demasiado kawaii! a mi me encanto! y si son seguidores mios, tambien les va a encantar.
el blog es de una chica llamada Sam que escribe sobre un chico en su historia.
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lunes, 7 de marzo de 2011

15 de febrero del 2011

aqui les vengo a traer otro capi de DCN espero que lo disfruten, y porfavor, comenten si les esta gustando esta historia. chau los quiero mucho



Mañana será un día importante, y seguro que no tienen la menor idea de por qué. Bueno en primer lugar, Nayla me dijo que quedaba cordialmente invitada a una pequeña fiesta que hay en su casa con algunos de sus amigos y su numerosa familia, le dije que con gusto iría.


Y segundo, Barton quiere llevarme a escoger el vestido para el baile de graduación. La conversación fue más o menos de la siguiente manera.

-no creo que mi pareja deba ver lo que usaré- le dije a Barton hoy en la tarde.

-sí, pero a puesto que ni tu madre te ha dicho para ir a comprarlo contigo.-

-no… pero eso igual no tiene sentido, podría ir con Nayla-

-imposible, sabes cómo ha estado últimamente, ya ni me saluda.- es cierto, Nayla se comporta cada vez más raro, pero eso no impidió que no aceptara la invitación a su casa para mañana, todavía sigue siendo mi mejor amiga.

-es cierto, pero…-

-An, deja de preocuparte tanto- dijo sosteniéndome los hombros y agitándome ligeramente.

-está bien, supongo…. Pero ten en cuenta que no dejare que veas lo que usaré.-

-me parece justo-

Y así concluimos cuando su padre lo fue a buscar, igual que siempre.

Al llegar a casa, mi padre se dirigió a mí de una manera algo perturbadora, pues no es que se dirija mucho a su hija gorda, pero cuando lo hace… da miedo.

-la escuela llamó-

-¿en serio?- le respondí inocentemente mientras me sentaba en las escaleras, mirando a mi padre desde abajo.

-sí, y espero que tengas una concreta explicación de por qué me están citando a hablar con tu profesor guía-

-no tengo ni la menor idea papá-

-pues será mejor que vayas pensando una porque no pagare colegio de una niña repugnante que saca asquerosas notas-

Era imposible que tuvieran quejas sobre mis notas, simplemente imposible, todos mis exámenes fueron inevitablemente aprobados.

Nos miramos unos segundo y luego me decidí en levantarme e irme.

-no entiendo cómo es que eres parte de esta familia-

“yo tampoco” pensé apenada y seguí el camino de las escaleras.

Llegué al ático, pero de lo primero que me di cuenta fue que alguien había estado tomando ropa de mi closet. Mis prendas se encontraban por todo el suelo, arrugadas y manchadas.

Baje de inmediato y fui primero a la habitación de mi hermano.

Toqué la puerta y una voz en su interior me respondió.

-¿quién es?- sonaba como si estuviera en paz, no… más bien como si quien estuviera afuera no fuese su hermana gorda sino alguien más. Me dio miedo decir mi nombre pues quería que siguiera con ese tono de voz conmigo, quería que mi hermano me recibiera en su cuarto y me tocara una canción con su guitarra. Pero eso solo era una sorpresa que podía esperar Moly.

-es Anelyn- le dije a duras penas.

-vete de aquí- lo sabía, su tono de voz había cambiado a ser el de siempre conmigo.

-pero solo quiero saber si has ido a mi cuarto-

-¿estás loca? cómo crees que voy a querer ir al ático, solo sería un suicidio-

-está bien, gracias de todos modos-

Giré sobre mis talones y me dirigí a la habitación de mi hermana.

La puerta se encontraba abierta así que me asomé.

Moly se encontraba leyendo un libro con una sonrisa provocada por algo que se encontraba escrito en el libro. Se me escapo una sonrisa al ver a mi hermanita leyendo, se veía muy delicada y elegante, toda una perfecta señorita.

-disculpa Moly-

Su vista se despego del libro y me miro con odio.

-¿qué quieres?-

-me preguntaba si habías entrado a mi cuarto-

-ni loca, ahora piérdete-

Me di la vuelta y me quede en la mitad del pasillo pensando. Pero luego de un rato, le reste importancia y subí las escaleras que conducían al ático.

Arreglé el desastre, y con tristeza me di cuenta que, quien sea que había invadido mi

habitación, se había llevado alguna que otra camisa.

No importa, seguro mañana la encontrare, de todos modos tengo mucha ropa y puedo sobrevivir sin unas cuantas prendas.

Les hablare mañana para que se enteren de cómo me fue en la fiesta de Nayla y en la salida con Barton.

Hasta pronto!

sábado, 5 de marzo de 2011

capitulo 10: seré valiente

holaa! aqui les traigo al fin el capitulo 10 de SLG. que bueno que lo he podido terminar hoy, porque no quiero desconectarme otra vez de este mundo que me encanta ademas tengo que comenzar a estudiar mucho mañana, pues a penas terminen los carnavales tengo un examen de catedra :s y otro de fisica el cual lo supero ligeramente porque soy buena en fisica y me gusta :o

y sin mas nada que hablar les dejo aqui este nuevo capi!!! :) comenten pliiis.


“me pongo a pintarte y no lo consigo
Después de estudiarte Lentamente termino pensando
Que faltan sobre mi paleta colores intensos
Que reflejen tu rara belleza


No puedo captar tu sonrisa
Plasmar tu mirada
Porque poco a poco


Solo pienso en ti
Solo pienso en ti…”

Música se escuchaba venir, conocía la letra y empecé a murmurarla mientras un flash blanco ilumino mis ojos, con el, vino una imagen un tanto borrosa. Era un rostro que me miraba con sus enormes ojos de un color verde apagado, estos a su vez eran acompañados por la más mísera de las sonrisas. Sus cabellos dorados, manchados de lodo y mugre se encontraban adosados a su piel por el sudor que emanaban sus poros. El rostro lo tenía cubierto por una capa de barro que le manchaba las mejillas cuyo color original era un blanco rosáceo.

La canción siguió sonando en alguna parte de mi mente, pero la imagen de Sophie no desaparecía de mi vista.

Sus ojos se aguaron y se convirtieron en perlas saladas y cristalinas. Cada gota que fue descendiendo por sus mejillas se llevaba con ella un poco de lodo pegado a su rostro, dejando a su paso una fina línea de la piel rosácea que yo conocía.

“… Tu sigues viniendo y sigues posando
Con mucha paciencia
porque siempre mi lienzo esta en blanco
las horas se pasan volando
dispongo el trabajo adelantado para tu retrato
Sospecho que no tienes prisa
y que te complace ver que poco a poco


solo pienso en ti
solo pienso en ti
solo pienso en ti
solo pienso en ti…” Sophie parecía angustiada. Sus ojos reflejaban dolor y sufrimiento. Luego pareció querer hablar.

Abrió sus pequeños labios en forma de rosa y con un ligero sonido… apenas un murmullo comparado con la música que tapaba mis oídos, susurro. –ayúdame… Bart, ayúdame-

Su voz se apago y con ella su rostro desapareció, dejando en mi mente el eco de sus suplicantes palabras.


“…sospecho que no tienes prisa
y que te complace ver que poco a poco


solo pienso en ti
solo pienso en ti
solo pienso en ti
solo pienso en ti…” la canción terminó pero no fue todo lo que me toco escuchar mientras permanecía en un frio estado de inconsciencia.

-¿lo ves?, esa es una de las mejores canciones que lanzo Guillermo Dávila, y nadie la ha oído… es increíble ¿no?- una voz conocida hablo desde una distancia algo alejada.

-es muy bueno- otra voz pequeña y chillona, como la de un niño, se escucho hablar.

-eres el único chico que dice eso acerca de Guillermo Dávila- se escucho una pausa y luego la voz añadió – me estas empezando a caer bien- otra pausa mucho más larga que la anterior fue lo siguiente que ocurrió, pero luego, el ambiente se sintió más pesado.

Me sentía mirado y acechado, era una sensación extraña.

-¿sigues molesto?- dijo la voz conocida a el chico que se encontraba presente.

-yo... no, es solo que… no puedo creer que haya permitido que se la llevasen…- mi respiración dio un salto entrecortado al oír aquellas palabras. No recordaba gran parte de lo que me había ocurrido, pero esas palabras comenzaron a formar una luz en mi mente que se expandía cada vez más y mas hasta abarcarlo todo y dejarme ver lo sucedido hace quien sabe cuánto.

Volví a ver esos ojos llorosos que tanto amaba y entonces fue cuando recordé todo…

-¡Sophie!- grite a todo dar, mientras que me incorporaba agitado y bañado en sudor.

Todos los rincones de esa habitación fueron violados por la mirada enloquecida de mis ojos.

Unas manos se apoyaron en mis hombros y otras más pequeñas en mi pecho pero yo aun seguía sin ver rostros, solo me mantenía limitado en un solo pensamiento “tengo que rescatarla”

Salte de la cama blanda en la que me encontraba, no me importaron los dolores que gritaban sin parar por todo mi cuerpo.

Ni si quisiera se me ocurrió verificar si traía puesta ropa o no.

Me concentre en buscar algo con que escribir. Mi vista aun se encontraba nublada por la desesperación, así que lo primero que pensé fue trazar un circulo con las uñas.

Me arrodille en el suelo de tibia madera, los círculos eran los únicos que me proporcionaban el poder adecuado para realizar encantamientos de alto rango, en pocas palabras, los que realizan los ángeles completos.

Mis uñas rasparon el suelo a mi alrededor hasta convertirlo en una fina línea blanca apenas visible, no importaba, era suficiente. Pero antes de cerrarlo por completo unas fuertes manos apresaron las mías impidiendo llevar acabo mi tarea.

-¡suéltame!-grite mientras forcejeaba, sin éxito.

-debes quedarte, cometí un error al dejarte ir, ahora es tiempo de que descanses-

-pero Sophie esta…-

-lo sabemos- me interrumpió

-¿tú y quien más?- Raphael señalo un pelirrojo que se encontraba a sus espaldas sosteniendo una almohada en sus brazos, apretándola con miedo. –tú eres…-

-se dice llamar Lucien- dijo Raphael antes de que pudiera seguir.

-Lucien…- mire al chico que a su vez me miraba con temor detrás de esas enormes pestañas rojas. –Tú estabas con Sophie aquella vez…- recordé.

-lo estaba… ¡hasta que tú la apartaste de mi!- el niño reacciono de repente, boto la almohada lejos y luego pisando fuerte, llego hasta donde yo me encontraba arrodillado. –si hubieses hecho tu trabajo, ¡Sophie estaría aquí! ¡Conmigo!- me quede perplejo mientras observaba su rostro lleno de ira. Pero en sus ojos pude ver una pequeña emoción que contenía atrapada. Podía notar como en el fondo quería llorar en vez de gritar, una lágrima se asomaba por la comisura de uno de sus ojos, resaltando el color rojo que conformaba su iris.

No era un niño normal, estaba consciente de ello.

-¡Sophie no merece estar ayá, en un lugar totalmente desconocido. ¡La están haciendo sufrir! ¡Y todo por tu culpa!- continuo gritándome, aprovechándose de mi silencio.

Ni Raphael ni yo hicimos nada para evitar su rabieta. Sabíamos que después de todo, era un niño.

Cuando la gota salada que había colgado de su ojo durante todo ese tiempo, se soltó de su agarre y resbalo por su pecosa mejilla, me decidí en hacer algo.

Me puse en pie, al tiempo que Lucien detenía bruscamente las palabras que salían de su boca.

No emití sonido alguno, solo actué rápido y seguro. Me acerque al niño, le limpie la lágrima de la mejilla y luego me arrodille, viéndole los ojos de frente. El pareció cohibirse y retrocedió un paso.

-no te asustes- le sonreí con confianza.-creo que hemos empezado con el pie izquierdo- le dije, deseando que no le diera por pegarme o por seguir gritándome.

Esos ojos rojos me miraron, y luego sentí como su barrera contra las lagrimas, se había derrumbado, dejándome con su cuerpo sumergido en mis brazos, y con lagrimas ajenas recorriendo mi pecho desnudo.

-soy Bartholomew, pero no hay problema con que me llames Bart- le dije, dándole palmaditas en su espalda. El siguió llorando mientras yo pensaba en Sophie.

-no te preocupes Lucien, encontraré a Sophie, y la traeré de vuelta, ya verás como todo saldrá de maravillas y tu podrás estar con ella otra vez- le dije para darle ánimos, pero entonces escucho como Raphael se aclara la garganta.

Me separe de Lucien y me puse en pié, luego me acerque a Raphael.

-¿Qué sucede?-

-hay un problema-

-si… creo que llegaste tarde para eso, ya todos sabemos que Sophie fue secuestrada-

-no ese problema- miro un tiempo a Lucien, el cual se encontraba arrodillado en el suelo limpiándose las lagrimas. –No puedes ir- me miro a los ojos con una seriedad infinita.

-¿a qué te refieres? Claro que puedo, ¿no ves como estoy parado? Si puedo pararme estoy seguro que puedo hacer muchas cosas más- lo vi menear la cabeza y entonces supe que no ganaría esto.

-no puedes… si vuelves a exponerte a un peligro así, no podrás despertar nunca más- sus ojos se encontraban tristes.

-pero Raphael, que haremos con Sophie, no podemos dejarla ayá, sabes lo que pasara si lo permitimos-

-no lo permitiremos-

-explícate…-

-pues… ya conseguí a alguien que pueda rescatarla- sus ojos volvieron a posarse sobre Lucien, y los míos se abrieron de par en par.

-te volviste loco Raphael- le dije mientras me devolvía a la cama para acostarme.

-tal vez un poco, pero me queda un poco de cordura para salvarle la vida a alguien- se acerco a lucien.-sientate al lado de Bart por favor, tengo que contarles algo a ambos-

Vi como Lucien se sentaba a mi lado y luego me miró con ojos confundidos, yo le devolví la mirada y así, ambos miramos a Raphael.

-y bien, ¿Qué sucede?- le pregunte, cruzándome de brazos.

-no me apures, esto es difícil de digerir para cualquiera- buscó una silla de madera que se encontraba pegada a su escritorio y luego la situó delante de nosotros donde se sentó.

- bueno, desde ayer hasta hoy, he notado que algo pasa contigo- se dirigía a Lucien y este se pego a mí como un chicle. –tu color de ojos, y el de tu pelo, no son normales en un niño humano, y además has estado muy preocupado por Sophie, más de lo que estaría una persona normal… por eso, no es muy seguro y aun no lo he comprobado del todo pero… tal vez seas el quinto elemento- mire a Lucien anonadado por lo que oía, el niño parecía estar más confundido de lo que estaba al principio.

-que él es…. ¿El quinto elemento?- no lo creía, definitivamente no lo podía creer. Está bien, sabía que el quinto elemento era una piedra roja por lo que me habían contado y que ese color tenía un cierto parecido con los ojos y el pelo de Lucien, pero aun así, ¿eso era posible?
-sé que es un poco imposible de creer, pero si estoy en lo correcto, podríamos mandarlo a él para que rescate a Sophie, y tal vez podamos llevarla a tiempo a la ceremonia electiva. Lo único que podemos hacer es respaldarlo, pues estoy seguro que algunos demonios irán tras su presencia. Tiene una muy poderosa, se puede sentir a kilómetros.-

Medite un poco esa propuesta mientras miraba a Lucien. Era imposible que un niño de su edad, con su fuerza, su inocencia y su poca estabilidad, llegara hasta Sophie sano y salvo.

-¿qué es el quinto elemento?- de repente su interrogante nos despertó a mí y a Raphael de una profunda búsqueda de la coherencia.

Después de que Raphael le explicase lo que era, las teorías y como Sophie estaba involucrada en eso. Lucien se quedo muy pensativo y no pudo alejar esa expresión de su rostro hasta que de repente miro a Raphael.

-yo conozco una piedra roja- su inocencia se reflejaba en sus rojos ojos, pero se notaba que sabía de lo que estaba hablando –esa piedra, la vi en alguna parte. Yo estaba caminando sobre la grama y un sonido me despertó, parecía un sueño pero sabía que no lo era. Un cálido manto me cubrió los hombros y luego cuando abrí los ojos, ahí delante de mí se encontraba una roca roja que se mantenía en el aire flotando hacia mí, detrás de esa roca una chica rubia me miraba, con ojos llorosos y el pelo alborotado. Sentí que si tomaba la piedra ella cambiaria esa cara y sería feliz, tome la piedra entre mis manos y luego el calor se convirtió en un frio terrible pero vi la expresión de esa chica y aunque se encontraba sorprendida, estaba dispuesta a darme una sonrisa la cual horas después no dejo de aparecer- volteó a mirarme –ella me pregunto por esa piedra, y le dije que se encontraba aquí- posó la mano en su pecho, justo en su corazón.

-¿cómo es que sabes que se encuentra ahí?- le pregunté dándole una rápida mirada a Raphael.

-pues… es difícil de explicar, pero la ciento ahí, es como el calor que sentí al principio, antes de ver a Sophie, es el calor que ahora ciento dentro de mí.-

Pensé un poco sus palabras, repasando cada letra, pues no quería dejarlo ir solo.

Pero algo me decía que era un niño fuerte.

-Lucien… - giré mi cuerpo totalmente para verle la cara, y el hizo lo mismo. – ¿quieres hacer esto? ¿Rescatar a Sophie?- el me miro y sin titubear, sin ni siquiera pensarlo y sin tiempo para respirar me respondió –estoy dispuesto a salvarla de lo que sea- me acerque y le di un abrazo.

-entonces necesitaras una buena vestimenta y buena protección.-





-listo- dije mirando mi creación con orgullo.

-se ve bien- dijo Raphael cruzado de brazos, imaginaba que se encontraba algo frustrado por que no se le ocurrió a él.

El niño se encontraba vestido con unos pantalones caqui negros y una camisa blanca siendo cubierta por una armadura plateada creada especialmente para proteger a los ángeles de ataques con cualquier tipo de magia, llevaba una daga en un costado atada a su cinturón y una espada del otro lado de tamaño mediano.

-otra cosa, no debes acercarte a ningún lugar que esté oscuro, ni hablar con extraños, y cuando te encuentres con Sophie solo destapa esto y tómalo entre tus manos con mucha fuerza, solo piensa en nosotros y de inmediato estarás de vuelta- Raphael se acercó a Lucien y le entregó un estuche de tamaño mediano. Sabía lo que era. Ya me lo había dado una vez, cuando me estaba preparando para la primera prueba de un potente medicamento, en donde tenía que ir a central Park, Nueva York y pasar acampando un día entero para ver si sobrevivía a las infecciones que cubren ese ambiente, Rapahel me dio un estuche igual al que le está dando en estos momentos a Lucien, en el había una pluma blanca.

Lucien ya estaba por abrir el estuche cuando Raphael lo detuvo.

-solo lo abrirás cuando estés en problemas, o cuando Sophie esté contigo, de resto tienes que tenerlo guardado sin ningún contacto con tu piel.-

-está bien- dijo decidido.

Una sonrisa se extendió por mi rostro, no sé si era por orgullo o por estar seguro que de él la encontraría.

-bien, manos a la obra- Raphael apoyo la palma sobre la cabeza de Lucien y éste se me quedo mirando con una nostalgicamente. Yo le dedique una mirada consoladora y el pareció captarla pues luego se encontraba de vuelta rosando la confianza.

Un torbellino giro alrededor del niño, era azul con destellos dorados y en el aire, los símbolos de la oración transportadora, comenzaron a surgir.

Percibí atreves de esos colores como Lucien se reÍa con soltura, apretando el estuche negro contra su pecho.

-buen viaje amigo- susurre cuando el torbellino de luces y letras se lo llevó por completo, dejando en el ambiente la cálida risa de un niño valiente.

feliz cumpleaños witnhey!

hay una bloggera que esta cumpliendo años, y seguro muchos la conocen porque esta dando mucho de que hablar. ella es withney!
amiga te deseo el cumpleaños mas hermoso que tengas en tu vida. espero que la pases estupendamente y no olvides buscar una torta y embarrarte la cara con ella, siempre es divertido no importa si alguien te lo hace o si tu misma lo haces jajajaj.
no olvides pedir un deseo antes de apagar las velas, y por supuesto nunca olvides que en diferentes partes del mundo habran personas que estaran pensando en tu cumpleaños y estaran deseando que pases un gran dia. (no lo tomes como un pensamiento stalker, nada que ver, solo seremos tus amigos ciberneticos que te quieren)

si hay alguien que todavia no sepa quien es ella, no pierdan tiempo y corran a ver su blog, les aseguro que no se arrepentiran!

http://www.soul-littlecorner.blogspot.com/

y les dejo el banner


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aqui te dejo un monton de tortas para que te comas! :) espero que sean de tu agrado te quiero amiga!

Proxima reseña

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