sábado, 19 de marzo de 2011

capitulo 11: Aliado

al fin tengo este nuevo capi, disculpenme por la tardanza y espero poder tener listo el siguiente capi para el prox fin.

porfavor comenten y dejenme sus opiniones :) los quiero mucho a todos. gracias por el apoyo!



Mi puño impacto nuevamente contra esa enfermiza pared blanca. Mi palma quedó sumergida en el líquido en que se convertía la estructura y tuve que hacer un esfuerzo inmenso para tener mi mano de vuelta.

Ya había inspeccionado varias veces lo que me rodeaba. Las paredes eran lo único que me acompañaba, y solo me quedaba conocerlas.

Era un material que a la vista se veía reluciente y pegajoso, pero cuando lo tocaba, era como traspasar el agua, se sentía muy bien. Me di cuenta que con el tiempo mi mano seria absorbida y no he querido averiguar el resto.

Tenía mucha hambre, nadie había venido a darme comida, a pesar de que había pasado mínimo diez horas desde que me desperté y supe que me habían secuestrado; sin contar las horas que estuve dormida que probablemente no fueron muchas y además de esas también estaban las horas que pase sin comer en el bosque. En conclusión no había comido desde hacía mucho tiempo. Quizás desde la última vez que vi a Luke.

-Luke…- dije mientras una lágrima caía al suelo.

¿Qué estará haciendo en estos momentos? Cuanto quisiera poder estar ahí con él.

Pero no podía por ahora hacer nada para salir de aquí. Este cuarto no tenía puertas ni ventanas.

Me recosté en el piso, mientras unos involuntarios sollozos escapaban de mis labios.

Quería salir de ahí, quería que mi vida volviera a ser normal, pero siendo honesta conmigo misma, nunca había sido normal.

Desde que Deo apareció, solo ha habido problemas y más problemas, no he podido descansar ni una sola vez.

Recordé la última vez que toque el agua. Fue hace mucho tiempo, no podía tolerar un momento más sin nadar.

Mire la pared liquida que se encontraba más cerca.

-¿qué pasaría si…?- extendí la mano hacia la pared hasta que la punta de mis dedos toco su superficie… era igual a tocar la piscina que hay en el gimnasio cerca de mi casa.

La introduje más a fondo, y más y más hasta que… todo mi brazo estaba sumergido dentro.

Alce la otra mano y la introduje lentamente en la pared. Las moví libremente del otro lado, sonriendo metí un pie dentro, junto con mis brazos.

-es igual- dije feliz.

Se me ocurrió meter la otra pierna, pero me dio miedo, no conocía nada de las personas que me tenían aquí, no sabía si esto era una trampa o no.

Pero mi irracionalidad venció mi mente racional y así probé con meter la otra pierna en la pared.

Me sentía feliz de poder tocar agua al fin. Pero eso no parecía hacerme olvidar el hambre que sentía.

Jale mis brazos para salir, pero estos no salieron, mis piernas se encontraban en el mismo estado que mis brazos.

¿Me había quedado atascada?

No, no podía ser. Jale lo más fuerte que pude, pero no podía sacar mis miembros de ahí.

-no… no… - dije preocupada. – ¡Ayuda!- grite, pero nadie me oyó. – ¡auxilio!-

Oh no, esto es malo. Si no salía nunca, como terminaría todo lo que me queda por hacer.

Aun tengo que salvar a mi abuela, tengo que ir a mi ceremonia electiva y le prometí a el arcángel Uriel y a miguel que encontraría la otra mitad del quinto elemento.

Baje la cabeza, hasta que mi barbilla toco mi pecho.

-soy un desastre-

-no, no lo eres- pegue un brinco. –Vamos a sacarte de ahí- alguien me tomo del estomago y jalo fuerte. De repente Salí disparada hacia atrás cayendo encima de esa persona.

Rápidamente me levante y me separe lo más que pude.

-tranquila, solo vengo a traerte comida-

-¿c-comida?- dije medio embobada.

-sí, supuse que una prisionera humana tendría hambre, pero al parecer estos tipos aun no lo quieren entender.

-¿a quién te refieres?-

-pues… no estoy segura si este cualificado para revelártelo. Pero algún día lo hare-

-no me quedare tanto tiempo-

-lo mismo quisiera pensar yo, pero eso ninguno de los dos lo decide- fue ahí cuando lo mire a los ojos.

Un color caramelo se mezclaba con verde dentro de su iris, sus mejillas eran rosadas y juveniles, llevaba puesto una braga marrón que le cubría todo el cuerpo y se encontraba adornado con algunos parches que tapaban los agujeros que había debajo. Era solo un niño quizás tendría quince años.

Vi una bandeja dorada a sus espaldas colocada en el piso.

Corrí hacia ella y me abalance sobre la comida sin ni siquiera preocuparme por lo que contenía cada plato.

-Sí que tenias hambre- lo escuché decir, pero no me importo, estaba muy ocupada alimentado a mi lastimado estomago.

-----o-----

La bandeja vacía se encontraba a un lado de la habitación, y yo sentada en una esquina, sosteniendo mis piernas, abrazándolas contra mi pecho mientras mi barbilla descansaba en el soporte de mis rodillas. Veía a aquel joven con expresión sombría.

-vamos, no me mires así, estoy de tu bando…-

-como sea… no entiendo porque sigues aquí, ¿que mas quieres de mi?- era una pregunta retorica, pero él me miro dispuesto a responder. –no… no pronuncies una palabra más, se que te han enviado para sacarme información, pero no diré nada- metí la cabeza en mis piernas, ocultando el dolor que me causaba el significado de lo que estaba diciendo. Eso quería decir que no podría volver a ver a Luke, ni a mi abuela, tampoco a Lucien o Bart. Me encontraba sola… sola como toda mi vida lo estuve…

Una mano se apoyo en mi hombro y yo pegue un brinco mientras me arrimaba aún lado, teniendo cuidado de no tocar las mortíferas paredes que me rodeaban.

-tranquila…- una pausa larga siguió luego de esa corta palabra. –Tienes razón… al principio yo… yo venía a interrogarte, pero, no puedo hacerlo, no puedo permanecer por más tiempo como cómplice de este juego de poder-

Levante la mirada, asombrada por lo que oía.

-de que hablas, de que juego me hablas- la mano que se encontraba en mi hombro subió en el aire hasta sostener mi mejilla.

-hija de poderosos padres consumidos por la ambición…- mi corazón comenzó a latir más rápido cuando este chico pronuncio esas palabras –debe ser muy duro, pero te comprendo…- no entendía por qué se encontraba hablando de mis padres, no sabía cuando habían llegado a esta conversación, pero tenía un presentimiento de que pronto lo descubriría.

Su vista se dirigió al techo, pensando en el modo adecuado para soltar lo que tenía en mente.

-soy humano, y he estado aquí desde un largo tiempo. No envejezco y tampoco me enfermo mientras permanezca bajo este techo.-

-no entiendo… ¿por qué no escapas? Es decir, está bien que te guste mantener tu forma joven pero…-

-no…- me interrumpió –veras, muchos jóvenes humanos son traídos a este lugar para mantener trabajos laboriosos, entre ellos me encontraba yo. Al principio no tenía idea de lo que sucedía pero luego fue más sencillo una vez que los propios dueños de todos esos actos nos informaron que nunca más volveríamos a tener la vida que antes poseíamos. A partir de ese momento, renací como una persona nueva. O por lo menos eso fue lo que aquellas personas se empeñaban en decirnos.- hizo una pausa y luego me miro –eres tan… parecida… una vez que vi tu cabello dorado supe que eras hija de esos dos, nadie por aquí tiene otro color de pelo que no sea marrón o negro, excepto por tus padres.-

-no hables mas de ellos... mejor dime, ¿quieres salir de aquí?-

-pues…- se rasco la cabeza, dudando –me gustaría mucho, pero ya hace tiempo que mis padres murieron y todos mis hermanos se encuentran muy ancianos, no creo que pueda presentarme de repente en este aspecto… además- sus pómulos se sonrojaron mientras bajaba la mirada.

-¿Qué?-

-es solo que, hay una persona entre los sirvientes, que me gusta mucho… ella es muy hermosa y…-

-entonces dile lo que sientes-

-no es tan sencillo, ella es tres años menor que yo y nunca se ha interesado en un chico-

-pues sé el primero- le guiñe un ojo mientras sentía como la confianza entre nosotros podía fluir sin problemas.

El me miro, sorprendido por mi propuesta. Su rostro seguía rojo de la vergüenza cosa que me hizo gracia.

-entonces, lo hare. Muchas gracias señorita…-

-Sophie, solo Sophie-

-gracias Sophie, por cierto yo soy Adam- sus ojos brillaron con la alegría, y luego pareció recordar algo. – ¡claro! Te sacare de aquí, después de todo me has ayudado-

-¿de verdad puedes hacer eso por mi?

-¡por supuesto!- dijo mientras una sonrisa se le extendía por el rostro, de alguna manera, Adam me daba confianza.

Mire al piso, aliviada.

De repente oí el rose de telas que hacia Adam al levantarse. Lo mire con curiosidad.

-¿Qué haces?- pregunte mientras a gatas me acercaba a él.

Para mi sorpresa, soltó una pequeña risa en respuesta a mi pregunta. Adam se encontraba arrodillado en el suelo con las manos en su pecho sosteniendo un collar que no había notado.

Entre sus dedos pude ver el reflejo de algo brillar, parecía ser de un blanco intenso.

-esto es una pequeña trampa que la señorita Mitz decidió instalar- ese nombre me resultaba familiar… lo tenía en la punta de la lengua cuando Adam continuo hablando. –es una piedra hecha de energía humana…-

-¿energía humana?-

-si... fue lo que aporto Nith al asunto, son todas esas energías sobrantes de un humano que son recogidas para ser implantadas en estas piedras- otra vez un nombre conocido, sabía que lo había escuchado hace poco.

Un claro en un bosque se me vino a la mente, luego un rio y un paisaje que oscurecía. Era mi mundo, en el cual había estado con Bart. Ahí fue cuando le conté sobre aquellas personas que me había encontrado al salir de mi última competencia de natación, me dijo que ellos eran Nith y Mitz, pero que le habían traicionado al irse con mis padres.

Un poco impactada mire a Adam, quien seguía sosteniendo la piedra en sus manos mientras que con los labios modulaba unas cuantas palabras en otro idioma.

En seguida en el piso, al frente de el, un remolino se materializo. Giraba muy rápido y parecía querer tragarse todo el cuarto pero en lugar de eso, se mantenía firme en el mismo lugar en el que había nacido.

-¿Qué es eso?- pregunte asustada, echándome para atrás.

-es la puerta que conduce al exterior- dijo mirándome con una sonrisa reluciendo en su rostro y con ojos hermosos que dejaban expresar toda su inocencia.

En cierto modo, agradecía que fuese Adam el que se acordase de traerme comida y no otro, el, aunque afirmara que había vivido un prolongado tiempo aquí, no tenía la sabiduría que contaba alguien como Uriel, Miguel o Bart. Si hubiese sido alguien más inteligente, estaba segura que en estos momentos me encontraría sola, atorada en la pared y muriendo de hambre.

Lo mire con dulzura devolviéndole una grata sonrisa.

-gracias Adam-

-no es nada, Sophie- dijo mientras devolvía su mirada al remolino –entrare primero, cuando te diga me sigues- me dijo mientras introducía una pierna en el fenómeno del piso.

-espera…- le sostuve la manga antes de que su cuerpo entrara por completo.

El se volteo sorprendido.

-¿qué sucede?- por un momento esos ojos verdosos me miraron, intimidándome con su presencia.

-es solo que, quería saber si… me puedes llevar con mis padres…-

-¿los señores Dahl?- dijo mientras levantaba una ceja. Me sorprendió oír el apellido que estaba destinado en ser mío, nadie nunca lo había mencionado antes, ni siquiera el nombre de alguno de los dos. Pero era mejor así, si sabia sus nombres, estaría pensando siempre en ellos, y en este momento no era lo que quería.

-sí, quiero verlos- le dije, con voz temblorosa y medio insegura. Pero sabía lo que quería, les había prometido al arcángel Uriel y a miguel que conseguiría el quinto elemento, con o sin entrenamiento.

-será difícil… no dejan que los criados entren en sus terrenos y no es sencillo hacer que te concedan una cita con ellos. Nadie nunca los ha visto a excepción de Mitz y Nith- me concentre en esa información un momento. Y luego lo mire determinada en llevar a cabo mi plan.

-si estas dispuesto a ayudarme, entonces sígueme, sino, por favor te pido que te apiades de mi y no le cuentes a nadie- me miro con ojos indescifrables.

No esperé su respuesta. En lugar de eso, me abalance sobre el remolino y sentí la calidez que me proporcionaba ese extraño ambiente en la piel.

Ojala y Adam se uniera, sería mucho más fácil si lo tengo de mi parte.

5 comentarios:

  1. Excelente capitulo me ha gustado muchoo..
    escribes muy bien.. wooow cada día a parecen personas muy interesante..

    avisame cuando publique el próximo :D

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  2. awwwn
    este chico me agrada mucho, y vaya que es una buena persona!
    pero menuda chica la que es sophie eh? haha, como es eso de querer conocer a sus padres? yo en su lugar hubiese diho "hasta luego" y me hubiese marchado a los brazos de Bart ♥
    hahaha, me alegra que haya nuevo capi risa, siempre tan buenos e intrigantes como siempre!
    te mando un beeeesooo!
    withney
    (wm-lca.blogspot.com)

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  3. Hola, lamento no haber podido comentar antes (ya sabes, las clases). La verdad es que me encantó el capi !!
    Cada vez me gusta más tu histora. Como siempre, un capi muy bueno que demustra todo el talento que tienes :)
    Qe tengas un lindo día y espero que publiques pronto.
    Cam

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  4. puchaaa, siento no haber pasado antes, me pasa lo mismo cn las clases y al final del dia solo me dan ganas de echarme a dormir, asi que computador es a veces dificil :/
    Pero estoy aqui y eso es lo importante jaja
    tengo la duda de si sus papás son buenos o malos :/ yo que ella me habria ido y los habria olvidado jaja total, ni los conocia D:
    el chico nuevo es un amor <3 simplemente me encanto :D
    Como siempre, amo como escribes y espero tu siguiente capi (L)
    Besooooos!
    PD:no se si te dije (ya me ataca el anzeimer ajja) pero tengo capi nuevo en mi blog, para que te pases si es que puedes :D

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  5. Me encantó!! Excelente capi y excelente escritora, por lo que veo, jaja!

    Un besote, guapa!! Ya te sigo.. me sigues :D ?

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