miércoles, 28 de septiembre de 2011

Capitulo 9 - Voice

Aqui otro capi de Voice, espero que les guste y que puedan dejarme sus comentarios (:


¿Qué si es o no un cazatalentos ilegal?

No lo sé. Solo sé que no puedo quedarme a su lado para averiguarlo.

Bajo mis School Candy hasta el cuello y me pongo en pie.

-Hey ¿A dónde vas?- dice de un modo despreocupado hundiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

-no te importa- le digo caminando para rodearlo y evitar cualquier contacto con su cuerpo, pero el da unas agiles zancadas y ya se encuentra a mi lado sosteniendo una de mis manos. Yo la quito de un tirón y sin ninguna otra mirada por cruzar camino en dirección a la blazer.

-¿june?- oigo que dice a mis espaldas pero yo sigo caminando haciendo claro el hecho de que lo estoy ignorando.

De pronto, Ray se queda callado y deja indirectamente que yo suba a la blazer.





Han pasado dos días completos desde ese momento. Grace se encuentra tocando la bocina afuera mientras yo voy de un lado al otro de mi habitación recogiendo uñas, instrumentos, correas y un amplificador.

Hoy es el gran día, el día en el que mi voz y el talento de Grace serán escuchados.

Me despido rápidamente de mi familia y salgo por la puerta de entrada dibujando una amplia sonrisa en el rostro.

Nada me arruinara este momento…

… ni si quiera la preocupación de unos tontos sujetos que trabajan para una especie de mafia.

Entro al Buick de Grace saludando a Daniel que se encuentra en el asiento del copiloto.

El lugar donde nos tenemos que presentar queda en una zona no muy frecuentada por las personas de clase media como nosotros, en realidad, siempre he pensado que en ese lugar solo viven personas malas, pobres y que por lo tanto tienden a las drogas, el alcohol y a el vandalismo. Pero si en ese lugar nos tenemos que presentar entonces no me opondré.

Conforme pienso en esto me doy cuenta que el paisaje a nuestro alrededor cambia de casas formales y edificios grises y uniformes a viejas franquicias y casas al borde de la destrucción.

Hago una mueca al pensar en todos esos informes televisivos sobre asesinatos y robos extremos llevados a cabo en las mismas calles que estamos transitando en este momento. Es como si alguien recorriera a propósito un cubito de hielo por mi espina dorsal. No puedo evitar pensar que algo malo sucederá.

Estoy consciente de que mis amigos no están muy conformes con este presentimiento que tengo.

-no se preocupen, cualquiera a quien se le ocurra acercárseles estará automáticamente inconsciente por el impacto de mi puño. Nadie se meterá con mis chicas mientras yo esté cerca, se los aseguro- dice Daniel cuando yo miro por tercera vez a Grace al presenciar como unos niños pequeños corren por la calle y se tropiezan con una señora solo para arrancarle del cuerpo un collar de oro fino y unos pendientes de plata pequeños. Ahí está la sensación de nuevo… y a pesar de las supuestamente conciliadoras palabras de Daniel, mi cuerpo no puede evitar temblar ante el peligro al que a cada segundo, estamos más cerca.

Me obligo a mi misma en desechar todos estos malos pensamientos. Hace tiempo leí que si me mantengo negativa, las cosas comenzaran a salir realmente mal, pero si pienso en cosas buenas los sucesos negativos tomaran distancia de mi vida.

Así que eso hago y por muy extraño que parezca comienzo a sentirme mejor.

El viaje es largo, pero lo disimulamos con la música aleatoria de la radio que suena a todo volumen por las cornetas. En un par de horas olvido todo lo relacionado con mi vida en ese momento, olvido lo que escuche de mi madre acerca de mi padre, olvido que por un minúsculo momento de mi vida pude pensar que en verdad le gustaba al chico más popular de la escuela y por decir más popular también –aunque no quiero admitirlo en voz alta aun- es el más lindo.

Así que por un corto tiempo me mantengo en anonimato, me mantengo como la chica que surca las calles calientes de la ciudad de caracas, Venezuela, junto con sus dos amigos en un carro de colección.

Soy cantante y guitarrista, pero más que todo cantante.

Tengo una amiga, Grace, quien es la que ahora escribe las canciones de nuestra banda y su novio, Daniel, nos consigue sitios importantes donde tocar. Poco a poco vamos avanzando y quizás, solo quizás algún día, seremos una banda reconocida. Pero por ahora tengo que lidiar con mi primer casi concierto en público.

Me doy cuenta que hemos llegado al ver un montón de gente comprar tickets en un puesto de venta hecho de cartón pintado con aerosoles y luego pasar a través de un enorme portón negro de hierro. La gente es normal, muchos de ellos tienen nuestra edad pero otros pueden fácilmente contar treinta años.

Grace aparca el Buick en un estacionamiento al frente del lugar, y es entonces cuando la adrenalina empieza a correr por mis venas.

Miro a Grace antes de salir, la duda marcada en mis facciones.

-todo va a salir ridículamente perfecto- y por supuesto sus palabras son acompañadas por una dulce sonrisa.

Puedo darme cuenta de que su mirada viaja de mí a Daniel rápidamente. El también la está mirando y así permanecen por un instante hasta que al fin caigo en cuenta de que debo darles un poco de espacio antes del gran momento.

Me bajo del auto y comienzo a desempacar los instrumentos cuando siento una sensación rara y conocida en mis hombros.

Es la misma sensación que sentí al salir del club el fin de semana pasado.

Tiemblo y mi cabello se agita cuando volteo a todos partes para encontrar el origen de mi ansiedad.

Una figura negra al otro lado de la calle. No la habría notado si no estuviese tan atenta, pero ahí está y ahora no puedo negar su presencia.

Me apresuro en acercar la cabeza a la ventanilla del copiloto. Grace y Daniel se encuentran compartiendo un beso largo que implica manos rosando zonas sagradas y risas entrecortadas.

-uh- dije al ver la escena. Entonces me aparto y miro en dirección al lugar donde se supone debe estar la figura desconocida de aquel hombre. Porque es un hombre.

Sus hombros anchos y perfilados no pueden ser de una mujer, ni el cabello negro que se escapa de su gorra de beisbol. Entonces me doy cuenta.

Ray.

Corro en dirección al lugar donde lo había visto por última vez. Esquivo un carro que se niega en disminuir la velocidad y salto a la acera donde Ray se encontraba parado. Pero él no se encuentra ahí y comienzo a sentirme loca cuando la gente de alrededor me mira como si me hubiese escapado del manicomio o estuviese buscando algún perro con siete colas y dos cabezas.

Finjo revisar un cartel pegado a la parte de ladrillos mientras muerdo mi labio inferior con fuerza.



-lo harán excelente, solo tienen que subir ahí y tocar esa nueva canción como si nadie las estuviese mirando- se que Grace fácilmente puede creer que las palabras de su novio se dirigen a ambas, pero solo es porque ella no ha captado la mirada que Daniel me ha fabricado al terminar la oración. El se refiere a mí y a mi tonta expresión de nervios que he adoptado cuando escuchamos por unos altavoces gigantes que nuestro grupo es el siguiente en subir al escenario y que por lo tanto tenemos que irnos preparando.

Grace se encuentra sosteniendo mi mano ¿o soy yo la que sostiene la suya firmemente?

Mis dedos se encuentran agarrotados y debo estar preocupada porque esa es la mano con la que tengo que agarrar el micrófono y tocar la guitarra. Pero los nervios solo me dejan pensar en este único momento, en el momento en que mi mejor amiga Grace y yo nos agarramos de las manos y esperamos la peor/mejor parte de este día.

No me he permitido a mi misma pensar en Ray… es demasiado doloroso como para seguir, asi que solo me encargo de repetir la nueva canción en mi mente una y otra y otra vez sin parar.

Si él ha venido a verme, se habría acercado para hablarme ¿no es así? Como siempre lo ha hecho… pero presiento que ese no ha sido el motivo de su visita.
-seré mejor que traigas una de esas bolsas de cotufas- le digo a Daniel mientras aprieto aun más fuerte la mano de Grace.

-¿para qué?- dice el aturdido.

-y compra unas mentas en el camino- replico sintiendo como el rostro se me está tiñendo de un verde deprimente.

-Dios mío june, te ves terrible- oigo a Grace a mi lado pero los puntos negros que cubren mi vista me dificultan precisar su rostro.

Oigo como Daniel se apresura en correr para buscar lo que le he pedido y yo procuro aguantar hasta tener una maldita bolsa de cotufas delante de mí, pero a medida que pasan los segundos se me hace cada vez más difícil retener el almuerzo en mí estomago.

-no me siento muy bien- le digo a Grace aunque puedo notar que ya no me encuentro sosteniendo su mano y que ahora me encuentro sentada en los adoquines que cubren la plaza, apoyada en una pared de cemento pintada de blanco. Grace se encuentra a mi lado y quiero darle una sonrisa para alejar la preocupación de su rostro pero si me arriesgo en hacer alguna especie de movimiento estoy segura que vomitare todo ahí mismo.

Finalmente y luego de lo que parecen ser horas, Daniel llega con un balde de aluminio vacio y un paquete de halls en la otra mano.

-Wow que rápido- oigo que Grace exclama con asombro y entonces me doy cuenta que no debieron de ser horas sino segundos los que pasaron desde que le dije a Daniel lo que tenía que traerme.

Tomo el balde en mis manos y me arrastro hasta esconderme debajo de la tarima. Entonces comienzo a expulsar todo. Mis nervios, mis preocupaciones y Ray, fueron depositados en ese balde de aluminio.

Unas frías manos sostienen mi cabello y otro par toma mi mano libre, dándome apoyo.

Mi cuerpo se pone tenso al escuchar una gruesa voz en los altavoces hablar tonterías y tras el breve espectáculo que seguro el presentador ha practicado por horas enfrente del espejo, nos llama a nosotras.

Me siento sobre mis rodillas y miro el rostro de Grace en las penumbras mientras me da un pañuelo para limpiarme los labios y un Halls para el aliento aunque es asqueroso porque aun siento nauseas.

-tranquila june- me dice y por más increíble que parezca me sumerjo en esas palabras y en verdad entro en el rol de estar tranquila y relajada, como si hace unos segundos no estuviese vomitando como loca.

-gracias- digo con voz ronca.

Ella sonríe y de verdad que sonríe, como una de esas sonrisas que vez por televisión y te quitan el aliento. Bueno ahí esta mi mejor amiga dándome una de sus mejores sonrisas, una con la que me da ánimos de ponerme en pie y caminar para subir por las escaleras hacia la tarima.

Pero antes de que el publico nos vea por completo, Grace me toma de la mano para detenerme, entonces extrae de uno de los bolsillos de sus jeans un cilindro rosado y al destaparlo y percibir el olor acaramelado de la sustancia me doy cuenta que todo mi maquillaje se ha corrido. Sonrío mientras Grace me aplica el líquido viscoso en los labios.

Solo una persona como ella cargaría en sus jeans un Lipstick de fresa durante nuestra primera presentación.

-¿Qué haría sin ti?- le digo y ella sonríe encogiéndose de hombros. Entonces comenzamos a caminar hacia la tarima, cada una tomando sus respectivos instrumentos.

Tengo que agitar la cabeza al entender lo surreal que se ve esto.

Mi guitarra y yo en una enorme tarima con un montón de luces blancas sobre mí y por lo menos mil personas enfrente preguntándose qué es lo que esta chica menuda puede lograr.

Pero cuando comienzo a tocar mi guitarra, al principio con notas suaves y relajantes para que la gente entre en ambiente, puedo entender algo, algo que aun no puedo ver, pero que puedo sentir ahí bajo todo el ruido del silencio en una multitud concentrada en mis dedos.

Oigo como Grace me acompaña con su bajo, dándole a la canción un toque emocionante y con estilo, dándole a la gente la necesidad de escuchar mas y siento como esa capa de silencio que cubre lo que no puedo ver, aquella cosa que ya he entendido pero que al mismo tiempo no puedo precisar, se va cayendo para dejarme ver lo que hay debajo.

No es hasta que mis labios se abren despidiendo un olor a fresas y menta que puedo ver lo que he entendido.

Esto que tengo aquí. Mi guitarra en mis manos, Grace a mis espaldas tocando el bajo, la multitud concentrada en nuestra actuación.

Puedo verlo. Esto no es surreal. Esto de aquí, es lo que siempre he sido, es lo que corre por mis venas, es la sangre de una cantante.

Mi voz se extiende por todo el lugar, la gente se estremece pero sigue escuchando, extasiada con el sonido.

Sonrío al ver a Daniel delante de nosotras justo al pie de la tarima, lanzando a Grace una sonrisa torcida y cuando lo veo él se me queda mirando tan intensamente como la primera vez que cante ante él. Le sigo el juego por supuesto, después de todo es nuestro juego, el de mirar fijamente y aunque yo estoy resistiendo la mirada de un montón de personas mas y trato de seguir afinando mi voz al ritmo de la canción, a la final él es el primero en parpadear. Y yo gano.

Que si es importante o no, no me importa, pero el hecho de ganar el juego, es otra razón para hacerme sonreír.

¿Por qué estaba tan nerviosa? Esto es lo más cercano al cielo que he visto jamás.

En una parte de la canción. Cuando se supone que tiene que cantar Grace, yo la miro y le guiño un ojo, soltando una sonrisa, rezando por que ella en verdad capte el silencioso “gracias”

Por la forma en que me sonríe, yo se que ella me ha entendido y anoto esto en mi lista de “una razón más para sonreír en este día”

Estoy feliz, feliz como nunca antes.

Miro a mi público, encantada por el amor que me están brindando. Hay mucha gente extraña, algunos sin embargo son muy normales pero es esta persona en particular quien me llama la atención.

Esta sonrisa que desprende de sus labios y esos cabellos negros y lacios que sobresalen de la gorra sobre su cabeza, me convencen definitivamente de que Ray no se ha ido. Ray sigue aquí, mirándome cantar, sonriendo porque sabe que canto bien, pero también sonriendo porque seguro pensara en llevarme con él, como sucedió con mi padre.


2 comentarios:

  1. :O
    hahah esta cantando en un escenario! OOOOH PERO QUE ENVIDIA¡
    hahaha perdona guapa que me haya tomado tanto tiempo volver a comentarte, pero es que he estado TAAAAN ocupada¡ pero tanqus, en un par de semanas salgo del cole y yeii¡ vacas otra vez!
    hahaha uhii pobre June. Si, he sentido panico escenico antes, pero tampoco es para ponerme a vomitar! hahahah peroque bueno que Ray este alli para acompañarla, ella lo necesita, (aunque diga que no)
    hahaha un capi genial risa! eres lo maximo!
    hahahah att
    withney
    soul-littlecorner.blogspot.com
    pd: podrias votar por mi relato en lagrimasperdidas21.blogspot.com ?
    es el numero dos, IDO CON EL VIENTO! hahahah gracias guapa, espero el proximo capi con ansias!

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  2. Espera un momento entonces ella no esta con el por que piensa que el alejo a su padre de ella algo irónico por que fue la música lo que en verdad lo Alejo aunque si hubiera sido culpa de Ray creo que estaría mas que de acuerdo en que se aleje de ella y ella de el
    Pero como puede ser posible dios esa intriga la tengo calada hasta el capitulo que revele la verdad
    Pero bueno para eso están las amigas para apoyaste siempre no y puede que también sus novios jaja :D

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