con amor ~risa~
“yo ya estoy enamorado”
“yo ya estoy enamorado”
El no hablaría en serio ¿o sí? Era un juego nada más. Pero su voz no sonaba como si estuviese jugando, el estaba muy serio antes de irse, después de decirme esa frase que no podía dejar de repetir en mi mente.
“yo ya estoy enamorado”
¿Enamorado de mí?
Imposible, lo había alcanzado a ver solo tres veces en mi vida sin contar las miradas indiferentes que le había dado al presidente del consejo estudiantil de la escuela. Yo no lo conocía hasta hace un par de días. Pero el… el me había dicho que no era la primera vez que me veía, y no se refería a la vez del supermercado. El me había dado a entender que se había fijado en mí desde antes.
Sacudo la cabeza enérgicamente con la esperanza de que esas palabras salgan de mi mente, pero siguen allí, como parásitos.
Sostengo mi frente y me lanzo sobre la espalda en las tejas.
Me duele la cabeza de tanto pensar, lo único que me haría sentir mejor ahora sería el aire de la noche y pensar en el concierto especial que Grace y yo daríamos el fin de semana que viene.
Sí, eso definitivamente me haría olvidar por lo menos unos minutos a Ray.
Necesitamos una canción, esto ya no se trata de canciones de los artistas que más nos gustan. No… necesitamos una verdadera canción.
Saco un libro de mi cuarto y lo abro en la mitad, sostengo un bolígrafo negro firme en mi mano. Las palabras comienzan a brotar.
Al terminar todo lo que puedo leer es: yo ya estoy enamorado, yo ya estoy enamorado, yo ya estoy enamorado.
Lanzo un grito exasperado y vuelvo a tumbarme sobre mi espalda.
¿Por qué me hacia esto?
Tomo mi celular y lo mantengo sostenido en mis manos por unos segundos. Observo el número de Grace por un momento atraída por el deseo de llamarla.
-al diablo- digo dándole al botón verde, me coloco el celular en el oído y escucho por unos segundos el tono de espera sonando.
-¿june? June no imaginaras lo que acaba de suceder.
-¿qué? ¿Qué sucedió Grace?
-oh june, Daniel me acabo de pedir que fuese su novia
-¿y qué le dijiste?
-que no.
-¿en serio?
-no june, acaso no sabes el significado del sarcasmo. ¡Claro que le dije que sí!- grita y en ese momento me siento muy feliz por ella, pero comienzo a preocuparme por la petición que le haría a continuación.
-Hey Grace, eso es fantástico y bueno, llamaba para preguntarte si podíamos salir…tu sabes, a divertirnos.
-oh june, sabes cuánto quiero decirte que si pero Daniel me necesita hoy para unas mezclas que quiere crear.
-¿te va a necesitar durante todo el resto de la tarde? ¿Incluso durante la noche?- digo molesta.
-june es importante para el… me necesita.
-yo también a ti.
-pero tú y yo estamos todo el día juntas.
-olvídalo Grace.
-pero june…- sus palabras se cortaron al presionar el botón rojo.
¿Cómo me puede dejar por ese DJ?
Me encuentro sentada en el techo de mi casa con las piernas dobladas de un modo en el que tocan mi pecho, cuando de repente escucho el ronronear de una moto en la distancia.
Todo mi cuerpo se tensa con el sonido.
Gateo hasta llegar a una de las esquinas de la casa por la que se puede ver la entrada y allí estaba el de nuevo, aparcando la misma motocicleta de ayer, justo al lado de la blazer.
Ray miró mi casa por unos segundos y luego se bajo de su moto para caminar por el sendero que lo llevaría a mi puerta. Cuando estuvo allí toca el timbre y puedo escuchar como alguien abre la puerta.
Estoy paralizada, no puedo respirar y tengo que recordarme parpadear para que no se me sequen los ojos.
Puedo escuchar cómo me llaman pero yo sigo sin poder hacer nada ¿o es que no quiero?
-¡june!- Phoebe está en mi cuarto, gritando por la ventana pues sabe que estoy aquí. Entonces oigo la madera chirriar cuando sus rodillas se apoyan sobre el alféizar de la ventana. Enseguida me doy cuenta que quiere estar en el techo también.
Vuelvo a gatear lo más rápido que puedo de vuelta a mi ventana, solo para ver como mi hermana pierde el equilibrio y rueda por todo el techo hasta que se pierde de mi vista por el borde.
-¡Phoebe! – un grito desesperado sale de mi garganta.
Me pongo en pie y corro sin importar que pueda caerme hacia el lugar donde mi hermana había desaparecido. Ella no está allí. Pero si me acerco un poco más puedo escuchar los gemidos de alguien.
-Phoebe, Phoebe- chillo.
-june, ayúdame, me resbalo- dice ella, dándome la oportunidad de percibir cierto dolor en su voz.
-Phoebe todo está bien en seguida voy por ti- digo comenzando a moverme por el borde del techo deslizando una pierna y soltándola en el aire.
En ese momento siento como mi madre entra a mi habitación y al verme en el techo se acerca gritando nerviosa.
-june, ¿Qué haces? Vas a caer- dice ella.
-mama, es Phoebe, tengo que buscarla- tarda un poco, pero cuando mi madre cae en cuenta de lo que estoy diciendo sus gritos son imparables. Mis hermanos están rápidamente en mi cuarto todos al mismo tiempo y entonces me doy cuenta de la gravedad del problema.
-llamen al 911- grito mientras bajo la otra pierna. Me quedo colgando sostenida solo por las manos de un borde inestable de tejas. Pero desde esa posición, si bajo la cabeza, puedo ver a mi hermana guindando de una de las bases de madera que sostienen la casa. Ella logra posicionarse de un modo en el que puede llamarse seguro, pero también veo que de su pierna desnuda corre un líquido rojo.
Además de eso ella se encuentra muy lejos de mí y no encuentro el modo de llegar a ella.
-Phoebe… no puedo- digo sintiendo como mis dedos comienzan a acalambrarse.
-june, sube. Vas a caer tu también- le oigo decir pero no puedo concentrarme en sus palabras pues cuando miro hacia arriba me topo con unos ojos azules que me dejan totalmente sin habla.
Ray se acerca más y me toma ambos brazos con fuerza, jalándome hacia arriba como hacia unos días Jason había hecho.
Caigo boca abajo encima de las tejas con la respiración agitada. Miro a un lado y veo que Ray esta mirándome, angustiado.
Debió haber sido un buen modo de recibirlo.
-no vuelvas a hacer eso. Los bomberos estarán aquí en cualquier momento- dice él y entonces me percato que sus manos siguen sobre las mías, acariciándolas.
-perdón…- fue todo lo que pude decir. Las emociones que había reunido los últimos tres minutos sucumbieron trayéndome las incesantes ganas de llorar.
-está bien, todo está bien- dice el acariciándome la mejilla, pero yo me aparto, sobresaltada por el contacto.
Miro a mi madre y hermanos cuyas cabezas sobresalen de mi ventana. Nicolas también está allí con un pie en el techo y otro en el interior de mi cuarto, preparado para lanzarse a mi rescate si es necesario.
Intento hacerle un gesto con la cabeza tratando de decirle que todo está bien pero lo único que logro adoptar es una mueca de espanto.
Me arrastro hacia el borde de nuevo pero el agarre de Ray me impide el avance.
-¿Qué haces? Mi hermana sigue allá abajo, tengo que estar allí para ella.
-no june, quédate conmigo, ya vienen los bomberos- me susurra al oído, tan suave y seductoramente que aun en un momento como ese, la sangre y el calor en las mejillas se me hizo inevitable.
Me quedo quieta, ajena a la realidad. Solo pensando en la sangre que corre por la pierna de Phoebe cuando los bomberos llegan con escaleras y cuerdas para sacar a mí hermana.
No me permiten mirarla ni tocarla, se en el momento que ella se encuentra muy mal, quizás la pierna no es lo único roto en su cuerpo.
Mi madre se fue con Phoebe en la ambulancia, ella sostenía su mano mientras llenaba su rostro de besos.
Mis hermanos estuvieron muy sombríos después de eso, Nicolas hasta me reprendió por haber escogido un lugar tan irresponsable para estar y por haber dejado que Phoebe conociera como subirse al techo.
En fin, para la noche sentía que Phoebe había caído desde el techo por mi culpa.
Con respecto a Ray, el estuvo callado la mayoría del tiempo, justo a mi lado tomando mi mano. Yo no quise apartarlo, quizás necesitaba a alguien de mi parte después de todo y Ray parecía querer quedarse con el papel de aliado.
Nos encontramos ahora sentados al lado de su moto. Yo acuno mi guitarra en las piernas y comienzo a tocar una triste tonada que va con el pasar de la noche.
El me mira de lejos, puedo ver en sus ojos lo intrigado que se encuentra ante el mover de mis dedos sobre las cuerdas.
-¿Cómo lo haces?- pregunta él sin despegar sus ojos azules de mis ágiles dedos.
-tienes que practicar mucho- contesto con la voz ronca así que me la aclaro un poco.
-¿me enseñas esta canción?- pregunta y puedo sentir su mirada en mí, esperando a que levante la cabeza.
-es complicada…
-pruébame- levanto la mirada y lo veo sonreír con su alineación de dientes blancos y perfectos.
-está bien- digo resignada pasándole mi guitarra.
El adopta la misma posición que yo, pero sus brazos parecen mucho más profesionales alrededor del instrumento que los míos. Como si él hubiese nacido para tocar esta guitarra y aun así me estaba preguntando cómo hacerlo. Era extraño.
Le enseño como posicionar los dedos en cada nota y como deslizar las uñas por las cuerdas.
Al final de la canción me doy cuenta que Ray ha aprendido la canción muy rápido, demasiado rápido para mi gusto.
-me estas mintiendo ¿verdad?- digo frunciendo el ceño en su dirección. El me devuelve el gesto pero en su rostro hay una nota sarcástica.
-no ¿qué te hace pensar eso?- comienzo a quitarle la guitarra pero él me detiene. –june, solo quería hacer algo contigo ¿sabes? Esta me ha parecido una cita estupenda. ¿Qué dices tú?- yo no digo nada, solo tomo mi guitarra entre los brazos y comienzo a tocar otra canción, aspirando el olor de Ray adosado en la madera.
-esto no es una cita- digo cortante.
-oh es cierto. Ni si quiera te lo he pedido de la manera formal la cual prefiero si me lo preguntas- dice el sonriendo. Mis mejillas arden por el tema de conversación.
-no tendremos una cita-
-está bien, supongo que ya no me necesitas aquí. Me iré- dice el poniéndose en pie y montando su moto.
Yo dudo un momento pero luego me enderezco y lo miro fijamente.
-¿no me vendrás a despedir? ¿O eso también tendremos que omitirlo?- una sonrisa lucha por escapar de sus labios y yo armo la misma batalla en mi mente por decidir entre dejarlo allí parado e ir y aunque sea abrazarlo.
Decido ser educada y me acerco dispuesta a situar mis brazos alrededor de su abdomen. Pero el me detiene y en lugar de permitir un abrazo por mi parte él acerca sus dedos a mi rostro y acuna mi barbilla entre su pulgar y su dedo índice, luego con un rápido movimiento plasma un beso en mi mejilla.
-nos veremos luego- dice sonriendo y aunque sé que debo responder, se me hace imposible articular palabra alguna. El se pone el casco negro, ocultando los ojos azules que estaban comenzando a derretirme por dentro y se va en su moto, perdiéndose en la distancia.
-maldición ¿qué me está haciendo?- reclamo en voz alta al descubrirme sonriendo.
:O!
ResponderEliminarese beso en la mejilla! OHHH¡
tierno, super inesperado y chic a la vez!
pero que hermoso!
hahahahahhaha lo ame, lo ame, lo ame , LO AME!
uff, porr un momento pernse que algo demasiado malo le iba a pasar a la hermanita! espero que este bien...
Oh risa! por que no admite q el la trae loca? es una...¿como decirlo? estan como destinados a ser, eso lo se, te lo digo de una vez!
hahahaha que buen capi risa, espeero los demas con ansias!
que lindo el look de la pagina, te quero muy bonito!
att
withney
wm-lca.blogspot.com
pd: TKM!
Ooooh nos tenías a todos en suspenso, muy buen capitulo, me encanto! Que ya se decida June!!! :)
ResponderEliminarSaludos :)
June se esta enamorando aww!! Realmente le esta haciendo algo jaja Ray es la persona mas linda que jamas haya leído XD ademas aun me pregunto cuando fue la primera vez que el la vio a ella es imposible que el haya pasado tanto tiempo desapercibido por parte de June
ResponderEliminarBuen capi soy nueva seguidora y ya termine tu primera novela y he empezado esta realmente me encanta como escribes sigue así :D
Me tendrás por aquí leyendo y comentando muy seguido