sábado, 22 de enero de 2011

capitulo 7: perdida



al fin alfin al fin!!!hice un gran esfuerzo por terminar este capi hoy!! dentro de poco tendre una fiesta asi que debo estar lista.
espero que lo disfruten, y si hay algo que no entienden, me lo hacen saber porfavor. chauu!
PD: los personajes de este nuevo capi se encuentran en la pestaña que dice PERSONAJES


Mis pasos se hicieron quedos y mis ojos empezaron a fallarme cuando la luz los golpeaba tan directamente. Sentía el calor en mi piel de aquella sensación, de aquel olor salado que me empezaba a hipnotizar.

La voz, una femenina y muy delicada, susurraba mi nombre mientras yo me perdía en su resonancia.

Mi pelo empezaba a ser tironeado por algo, pero no me dolía ni lo hacía tan fuerte, más bien era como si lo estuviese acariciando y apreciando su textura. Voltee hacia donde creía que se encontraba el responsable de ese acto pero un suspiro rosando la piel de mi oído, me dejo paralizada.

De pronto delante de mí unos ojos rojos delicadamente brillantes empezaron a surgir, contrarrestando a la potente luz. Sus labios, sus mejillas, su nariz, sus oídos, su cabello, su frente, su barbilla, su cuello… todo empezó a verse con mucha claridad.

Labios carnosos, rojos y hermosos, mejillas rosadas y delicadas, nariz pequeña y perfilada, cabello recogido en un moño elegante con rizos naranjas cayendo por los lados, su piel era lisa, sin surcos que la marcaran. Parecía tan joven, pero a la vez tan mayor, tan… adulta.

El rojo de sus ojos era tan brillante y hermoso que no parecía real, parecían ser luz, bombillos que alumbraban desde esas dos pequeñas ventanas.

Entonces con un dulce movimiento de labios y un tono de voz propio de su aspecto, volvió a hablarme.

-sophie-

Aun sentía otra presencia, alguien más se encontraba ahí conmigo.

-¿Qué quieren?- logre preguntar.

-nosotros no queremos nada de ti, al contrario tú necesitas todo de nosotros- confundida la mire, y ella como si se burlara en un amable gesto, soltó una leve risa que desapareció con el cálido viento.

-estas equivocada…- esa fuerte presencia me invadió nuevamente -¿Quién está ahí?- otra vez la despreocupada risa de esa mujer floto en el ambiente.

-ya tendrás tiempo de sobra para presentarte, por ahora tengo que hablarte de algo muy importante-

-tengo poco tiempo, alguien me espera- su expresión se torno seria sin soltar el toque amable y elegante que le propinaban sus exóticos ojos.

-no te atrasaremos… te lo prometo-

Extendió una mano hacia mi y con miedo, desconfianza e intriga, deje que estrechara mis dedos en los suyos.

Manteniendo en alto nuestro apretón, como en una antigua película, me llevo al interior de esa luz en donde desapareci y lo siguiente que vi fue…. El océano, el mar se extendia ante nosotras. Me guio a una pequeña roca que se encontraba incrustada en la orilla de la playa cuya base era lamida por olas constituidas mas que todo por espuma blanca.

Nos sentamos en la roca y entonces comenzó con su explicación:

-es un honor estar frente a la legitima Charlotte, esa que creó, con su nacimiento el quinto elemento y además desarrollo con su simple existencia una gran cantidad de poderes. mi nombre es Uriel, formo parte de los siete arcángeles colaboradores con la paz terrenal y de impedir los males, poseedora del rayo oro rubi, o lo que en tu mundo se puede llamar anaranjado. Como seguro te habrá contado tu gurdian, eres una semi-angel y además tienes el peso de la humanidad en tus pequeños hombros- se volvió a reir al observar mi expresion preocupada –es solo un decir, en verdad tienes muchos en quien confiar y eres muy importante, no dejaremos que le pase nada malo ni a ti ni al quinto elemento.- mi ceño fruncido se relajo y empece a escucharla como lo hace una amiga, como si la conociera de toda la vida. Ahora confiaba en ella.

-bar-bartholomew me comento que algunos demonios se encontraban detrás de mi rastro y no solo eso sino que también mis padres desean tenerme con ellos para un fin siniestro, ¿eso es cierto?- sus ojos repentinamente se dejaron atrapar bajo el poder de la tristeza, dándome a entender que cada parte de esa pregunta era cierta.

-solo son uno cuantos demonios los que saben acerca de tu existencia, pero tus padres… hay que tener cuidado con ellos, no tenemos informaciones exactas solo sabemos que están planeando algo importante. los arcángeles han decidido hacer algo al respecto. Me enviaron para enseñarte a usar tus poderes, y para darte esto…- de su túnica roja combinada con efectos anaranjados resplandecientes, saco una pequeña cajita roja con una textura parecida a la gamuza. Me la entrego y me insto a que la abriera.

Al levantar la tapa, una cadena dorada resbalo y cayó en mis manos, de ella una piedra roja colgaba. El sol se reflejo en la reluciente superficie de la piedra, era un perfecto rubi lo que tenia en mis manos. El mineral rojo brillo con intensidad mientras la energía que surgia en mi corazon se trasladaba a su interior, por lo menos eso sentía que sucedia.

La piedra al haber absorbido toda mi energía empezo a transmitirme la suya, que entraba por mis manos y corria por mis venas hasta llegar al corazon. Vi como en la piedra un remolino se formaba en su interior. Imagine que se trataba de lo que llamaría mi energía.

El pecho me palpitaba con fuerza y me parecía sentir una nueva sensación dentro de mi. Me sentí mas fuerte, mas hábil, de repente el quilibrio que requería estar arrodillada en la roca ahora era totalmente innecesario pues mis pies eran ligeros como el aire.

-¿esto es lo que creo que es?-

-si… es el quinto elemento, pero solo una parte, fue todo lo que pudimos rescatar- hizo una pequeña pausa y luego continuo –tienes que usarla para llegar junto con el resto…-

-y eso esta…-

-con tus padres- completo mi oración, luego se puso de pie y me miro desde arriba. –yo, el arcángel Uriel te asigno esta misión: tendras que ir a escondidas junto con tu guardian hacia ese lugar donde habitan tus padres, luego deberas extraer la piedra y regresaras con nosotros sana y salva. ¿Entendido?- asentí sosteniéndole la mirada muy segura de lo que tenia que hacer. Ella me sonrio y luego parecio cambiar de expresion –ahh claro se me olvidaba que hay una persona mas que tiene que decirte algunas palabras- su mirada vago por los alrededores de la playa hasta detenerse en el horizonte, donde la arena tocaba el sol y la luz era tan intensa que apenas podía abrir los ojos. Una figura apareció en la distancia y camino en dirección a nuestra posición.

A medida que se acercaba podía detallar sus rasgos cada vez mas. Era apenas unos años menor que yo, quizás unos trece o quince años. Sus ojos asemejaban al arcoíris, se encontraban el blanco junto al verde, este acompañaba al rojo que le otorgaba contraste al rosado luego al amarillo y por ultimo terminaba en un hermoso violeta.

En menos de lo esperado ya lo tenia en frente de mi. Con esa hermosa y juvenil sonrisa y una mano estirada gentilmente.

La tome mientras su sonrisa contagiaba la mia.

-debes ser sophie o ¿prefieres que te llame Charlotte?- sus palabras llegaron a mis oídos como las de un niño de su edad, con su voz chillona pero elegante y controlada.

-sophie esta bien- respondi embelesada por la luz y la belleza que irradiaba esa pequeña personita.

–soy el arcángel miguel, pero dime miguel, a veces los otros angeles me hartan con sus adoraciones y aunque trate de no prestarles atención igual siguen llamándome como si fuese un dios- puso los ojos en blanco mientras recordaba esas aventuras reales que lo molestaban tanto.

-miguel, es un lindo nombre- le dije sonriéndole. –¿pero no entiendo por qué tanta benevolencia hacia ti?- la respuesta no provino de sus labios, en lugar de el Uriel se acerco y me respondió.

-él es el líder, el poseedor de los siete rayos. Tiene mucho poder aunque aun no lo quiera admitir- su expresion parecía molesta, me imagine que se debía a que miguel era muy simple con sus poderes, se le notaba en la mirada que solo era un niño con mucho poder pero que solo lo utilizaba cuando realmente era necesario. Y por esa razón me agradaba mucho.

-entiendo…- dije pensativa, luego sentí un apretón en mi mano, la que todavía era sostenida por miguel.

-yo sere tu maestro, en cierto modo, porque digamos que nunca se me ha dado bien enseñar. Pero tu eres un caso muy especial, debería ser capaz de enseñarte algo ¿no?- solto una pequeña risa disfrutando de su chiste auto-insultante. Intente imitarlo pero me parecía imposible que yo pudiera aprender algo, no porque el fuera mi profesor sino porque yo sea su alumna. No soy muy buena en clases, no presto atención y siempre me duermo. ¿Cómo seria con clases de magia angelical? Era una pregunta muy intrigante que se respondería con el tiempo.

-estoy de acuerdo, pero tengo que irme, bart me esta esperando-

-es cierto! Bartholomew! Hace tiempo que no lo veo, quizás en otro momento los visite. Te mandare un recado de cuando será tu primera clase para que estés preparada pero solo te digo que no serán tan sencillas y además tendremos que acelerar el paso pues dentro de seis días se celebrara la ceremonia electiva y tienes que saber usar tus poderes para esa fecha.- asentí con la cabeza y luego le dedique una amigable sonrisa.

-me caes bien… pensé que serias una niña malcriada que utiliza sus raros poderes a lo loco y no saben como presentarse apropiadamente, pero me equivoque, eres todo lo contrario.- una sonrisa se escapo de sus perfectos dientes blancos y luego con una seña en su mirada atrajo a Uriel a su lado. Se fueron diferenciando sus cuerpos con el sol radiante y cada uno, miguel con su luz azul celeste y Uriel con su luz oro rubi, se fueron, dejándome sola en una playa vacia.

Camine por la playa, esperando a que mi guardian viniera hacia a mi y no al revés. Hacia tiempo que no lo veía y empezaba a extrañarlo mucho. El sol me pegaba directo por la espalda, sentía como esa parte se bronceaba.

Entonces vi el agua clara y pura que se tambaleaba en olas que lamian la orilla constantemente, me dieron unas ganas incontrolables de meterme aunque no tuviese ropa para eso.

Me quite la chaqueta y la deje en la arena mojada luego me saque las botas de un tirón y dudando en sacarme la camisa la tome por los bordes y la deslice por la cabeza hasta botarla a un lado, lo mismo hice con el short rosado que cayó junto con las demás cosas.

Me quede en mi ropa interior blanca que no era muy impermeable solo estaba hecha de tela de algodón pero no importaba.

Camine un rato mas por la orilla y luego me adentre en el océano.

El agua fría rosaba mis hombros y mi cabello ya se encontraba hasta la mitad sumergido en el agua salina.

Respire profundo como uno de esos métodos de respiración que hace mucho tiempo me enseño luke y luego cuando ya estaba segura que podía aguantar con ese aire, meti la cabeza en el agua acostumbrando mi vista a la sal. Al principio no pude ver nada, esta bien si podía ver cosas pero casi no podían diferenciarse con todo lo demás.

Empece a divisar los pececitos que se acercaban a mi nariz y me besaban con sus boquitas que se abrían y cerraban tan divertidamente. Algunos me cubrían los brazos y los mas pequeños se pegaban a mi pelo, curioseando.

Pero me pregunte, como es que habían peces si este era el mundo de bart, ¿o no? Mire alrededor con la reserva de aire todavía sostenida en mis pulmones. No estaba empezando a sentir nada parecido a la falta de oxigeno.

Libre como me sentía, estaba feliz. Los problemas, Uriel, miguel, luke inclusive bart y mis poderes ya no eran esenciales en mi mente. Como serlo si tenia cosas mucho mas maravillosas justo enfrente de mi.

Nuevamente después de tanto tiempo, volvia a encontrarme donde siempre me gustaba estar, donde me sentía como una persona normal, donde podía respirar tranquila, bueno no respirar es solo una expresion literal.

Movi mis brazos, dando brazadas y patadas para impulsarme mientras los pecesitos alrededor se agitaban y se agolpaban por seguirme el paso. Sonreí tontamente permitiendo que entrara un poco de agua salada a mi boca. Mi legua resivio la sal con agriedad pero no le hice caso.

Esa nueva energía que habia adquirido, brillaba como nunca en mi interior. me empezaba a dar cuenta cuanta agilidad habia adquirido y ahora la rapidez con la que se movia mi cuerpo era, si no es mas, parecida a la de un tiburón al aproximarse a su presa. Excepto que yo no era un tiburón, solo era un semi-angel en un territorio que no me pertenecía, y también no tenia un objetivo claro como una presa, al contrario me movia con libertad por el mar.

Al fin subi a la superficie y tome una enorme bocanada de aire sin darme cuenta cuanto habia estado necesitando ese elemento tan importante.

El sol ya se habia ocultado por completo, dejando a su paso un aura en el cielo de un color sutilmente anaranjado. Del otro lado, la luna salía con una brillante luz que me hizo parpadear varias veces. Le sonreí sin esperar nada de ella, solo que me siguiera arropando con su manto calido.

Alrededor no se veía ningún otro signo de vida si no se contaba ese pequeño punto de luz que se asomaba por entre la espesa masa de arboles verdes.

Nade a la orilla sintiendo frio cuando el aire choco contra mi mojada piel, todavía seguía preguntándome donde se encontraba bart, y pude imaginarme que tal vez esa luz se trataba de su persona.

Cacule donde habia dejado mi ropa pero no la vi en toda la inmensidad de la playa.

Abrazandome el cuerpo me aproxime hacia la luz, apartando los arbustos y las ramas que se metían en mi camino.

Si no era bart me daría mucha pena aparecer en ropa interior frente a personas extrañas, pensando en esto se me incendiaron las mejillas y casi me iba deteniendo pero entonces volvi a pensar en bart y en la probabilida, que era muy grande, que fuese el.

Cundo al fin llegue, me di cuenta que se trataba de un claro en el bosque donde el césped habia sido cortado a tironazos y la tierra se mantenía seca y vacia.

En el centro, una carpa se mantenía inmóvil mientras una persona adentro se movia como si estuviese arreglando las cosas adentro. La luz que habia visto provenía de una fogata preparada perfectamente cuyo calor llegaba hasta mi y le proporcionaba un delicioso alivio a mi congelada piel. Instintivamente hice que mis temblorosas piernas se movieran hasta llegar cerca de la carpa. Cuando estaba a un segundo de presentarme ante aquel sujeto una voz sono a mis espaldas.

-traemos mas leña papa- me sobresalte y cai asustada hacia atrás mientras intentaba en lo posible por esconderme para evitar que los ojos de aquel extraño me vieran, pero… muy tarde, mire su expresion, sus ojos marrones se encontraban sorprendidos por haber encontrado a una mujer semi-desnuda en su campamento.

Trate de explicarme pero solo unos torpes balbuceos lograron salir de mis labios.

El hombre que se encontraba en el interior de la carpa habia salido y ahora me mirada con la misma mirada de sorpresa de su hijo.

Pude encontrarme con otra mirada, una niña pequeña se ubicaba al lado de su hermano. Todos los presentes se sentían confundidos y curiosos por aquella extraña sorpresa.

-me voy, disculpen las molestias- dije al fin cuando ya el silencio me habia devuelto el habla y ahora la cordura. Al girarme algo me llamo la atención.

En unos arboles una ropa femenina se encontraba colgada como si no se supiera de quien era y simplemente no encontraban un lugar donde meterla.

Con las mejillas encendidas me aproxime hacia ella y la tome apretándola contra mi pecho.

Escuche unos susurros por parte de la familia pero se perdieron una vez que yo misma me adentre en el bosque. Otravez.

Sola, con el cuerpo aun mojado y con las mejillas todavía encendidas por la vergüenza empece a vestirme preguntándome si no le habia causado un daño cerebral a la infante que habia estado presente.

-tonta, tonta- me dije agitando la cabeza.

Pero otra vez una duda me asalto la mente. ¿Por qué ellos se encontraban aquí? Es decir, si aun estaba en el mundo de bart, nadie a excepción de el podría encontrarse aquí.

Los grillos, las lechuzas, y el resto de los animales nocturnos hacían sus ruidos habituales. Mientras yo seguía preguntándome que estaba pasando.

Al terminar de ponerme la camisa, los shorts y las botas, colgué el abrigo en mi brazo y me quede plantada ahí como una tonta, esperando a que algo mas pasara. No habia planeado esto. Quizas bart en verdad no se encontraba aquí.

Me sente en la tierra, abrace mis piernas y me pregunte si alguna vez llegaría a casa.

Algunos minutos insoportables y llenos de preocupación, pasaron de largo cuando de pronto, sentí una leve risita que se asomaba por el espesor de ese bosque.

-en serio le diste un susto de muerte a mi padre- la misma voz de antes volvió a dirigirme la palabra. Al voltearme esos ojos marrones volvieron a cruzarse en mi camino.

Le sonreí un poco apenada y me prepare para saber en dónde demonios me encontraba.

5 comentarios:

  1. Risaa!!
    Hola!! :D

    Dios! está genial el cap.!
    hahaha, me morí de la risa con lo de la ropa de Sophie! xD
    y Miguel es la onda!!
    pero... OH! Quién es ese chico?! :O
    y toda la familia que hace allí?? :/

    Nonono. Demasidas preguntas.
    Mejor me callo y espero al proximo cap.
    hahahaha xD

    waaa! gracias por comentar las entradas!
    TTwTT
    y nooo! nunca te pondría en ninguna lista D:
    Imposible! ¬¬
    no pienses eso ^^
    Es perfectamente comprensible que tengas mucha tarea!
    por cierto, suerte con el examen! :D

    Y también gracias por el comentario&publicidad acerca del nuevo blog :3
    en verdad necesitaba tu opinión!!
    Sísísí! Y cuando tenga listo el cap, serás a la primera a la que avise *w*

    te quiero! Un abrazoooote de panda para ti! :D

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  2. que verguenza!!
    yo me hubiera muerto de la pena.xD
    ahora simplemente me preocupa que paso con bart, y bueno que va pasar ocn sophie. espero el proximo capi!!

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  3. Me encanta tu libro/novela. Esta tan bien descrito que es muy fácil imaginarse las cosas que pasan.
    Y me dejaste con la duda de que pasaba en el mundo de bart, si se suponia que era su mundo :S que hacian esas personas?!
    Me gustaria que fuera un libro de papel para simplemente pasar de pagina :(
    Espero el siguiente capitulo y besooos! :)

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  4. QUE VERGUENZA!!!
    hahaha, no se como hubiese reaccionado si me encontrara con un chico en ese estado! hahaha, que divertido, un excelente capitulo, como siempre.
    Pero, donde esta ella? Donde esta Bart? Y quien rayos es el chico de los ojos marrones?
    En fin, espero que mis preguntas puedan ser respondidas pronto y en verdad te deseo un feliz dia amiga! besos!

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  5. Hola.. disculpa el olvidoo! estuvo super este capitulo me encanto! Migueel???
    Me mata el suspenso! escribes super

    Feliiz Diia

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