sábado, 23 de abril de 2011

capitulo 14: realidad

yeeei otro capi recien sacado del horno! ñumi! jaja bueno, espero que no haya escrito nada mal, que todo ande perfectamente y que la trama les parezca hasta los momentos coherente. porque a cada capi que adelanto siento que me emociono un poco mas, pues se que apenas lo termine y lo tenga todo revisado, lo voy a meter en una editorial a ver si lo aceptan. asi que ustedes por ahora son mis jueces, confio plenamente en lo que me digan.
repito, si hay algo que no les cuadra en alguna parte del capi o de la misma historia en general, haganmelo saber para ir anotando porfa.
ahh y porcierto, les queria preguntar si, no les molestaba el hecho de que en estos ultimos capis bart no ha estado apareciendo mucho. 

bueno espero que comenten y que esten teniendo unas dulces vacaciones. :)  que disfruten el capi!


Sentí la puerta cerrarse tras de mí, fue cuando mire por primera vez ese lugar. No era muy grande, pero si estaba cargado de oro y diamantes. Todo era dorado, plateado y blanco con brillos que me encandilaban.

-pasa querida- una voz femenina hablo desde el final de la sala. Sentada en una silla exageradamente grande, una figura hermosa con cabellos dorados que bajaban hasta tocar su cintura, me miraba. Pero ella no era la única que me acompañaba. También se encontraba un hombre a su lado sentado en una silla aun más grande que la de su compañera. Su cabello era rubio y le llegaba por encima de los hombros. Sus ojos me miraron fríamente y si no hubiese sido por esa mirada hubiese dicho que la pareja que tenía en frente eran mis padres, pero no podían ser ellos… simplemente era imposible que después de diecisiete años nos encontráramos otra vez y su única reacción sea sentarse ahí como piedras sin moverse ni hacer nada.

De repente, un grito detrás de mi me sobresalto. Di la vuelta rápidamente pero solo vi la puerta que se encontraba cerrada. Me di cuenta que Deo no estaba, entonces todo paso por mi mente como rápidas imágenes asimilando lo que había acabado de suceder.

Deo me había mentido, el no iba a dejar ir a Amethyst ni mucho menos soltar el cuerpo de Bret.

Me eché a llorar inmediatamente mientras corría hacia la puerta e intentaba abrirla pero, mientras palpaba con las manos la dura superficie de la puerta, me di cuenta que no tenía ningún tipo de pomo para abrirla, supuse que en este caso actuaría la piedra mágica que Adam me había mostrado la vez pasada.

Los gritos de Amethyst seguían llegando a mis oídos como agujas, pero yo no podía hacer nada más que gritar y llorar. Hasta que me canse de sentir que no podía hacer nada, no dejaría que siguieran lastimando a una niña inocente.

Con la cara roja de furia y las lágrimas cayendo por mis mejillas como interminables gotas de lluvia, giré sobre mis talones y enfrente a los dos ángeles que debían de estar detrás de todo esto.

Camine hacia ellos, o más bien zapatee para llegar a ellos. Con las manos convertidas en puños y con el corazón estrujado por los gritos que seguían sonando.

-¡hagan que pare!- grite, mirándolos con odio.

Ellos no me respondieron, solo la mujer se dedicó en hacer algo.

Con extrema elegancia, se puso en pie y luego de una leve sacudida a su cabello, comenzó a caminar hacia mí. Llevaba un vestido largo de un color azul marfil hermoso y radiante, que se movía de un lado a otro gracias a sus largas piernas simuladas en la fina tela.

Ella me miro con esos ojos verdes, despojados de toda emoción.

-hace mucho tiempo, diecisiete años exactamente: el quinto elemento fue creado, supongo que a estas alturas ya conoces la historia…- se detuvo un momento y luego continuo –en fin… me gustaría poder darte buenas noticias después de saber que llegaste tan lejos pero, lamentablemente solo un par de noticias malas te esperan, querida- mas gritos resonaron en el lugar, pero algo cambiaba, estaban empezando a apagarse. Comencé a desesperarme.

-¡no me importa esto!- grité, sintiendo como la garganta me ardía por el gran esfuerzo a el cual la había sometido.

-oh, créeme que si te importa- dijo ella, mirándome maliciosamente. –me imagino que te habrán contado sobre ese momento en que fuiste concebida, y también ese en el que la anciana Emma les propuso un trato a tus padres, te recuerdo que el trato consistía en intercambiarte por el quinto elemento y así fue. Pero ¿sabes una cosa? Ya para ese momento tus padres se encontraban atravesados por una espada plateada, sufriendo una muerte agonizante mientras pensaban en su pequeña y adorada hija recién nacida.- soltó una risa, gemidos del otro lado de las paredes comenzaron a escucharse.

Yo solo no podía más, así que me eche al suelo. Mis rodillas impactaron contra el frio suelo, pero no lo sentí. Tampoco sentí cuando la mujer sostuvo mi cabeza agarrándola del pelo. Me hizo mirarla a los ojos.

-¿recuerdas este rostro?- me dio un tiempo, pero al ver que no respondía, se limito a hacerlo ella misma. –ah bueno, por supuesto que no lo puedes recordar. Y ¿sabes por qué? Porque la última vez que lo viste, eras solo una pequeñita bebe sin memoria.- otra pausa, mas gemidos en la otra habitación, una respiración agitada… la mía. Ella continuó –este rostro mi querida Charlotte, es el de tu madre.- rompí a llorar de nuevo, esta vez con más intensidad.

Ella me soltó mientras reprimía un suspiro de exasperación.

-Encárgate de ella Nith- oí el rose de telas que provocaba la mujer al aproximarse a la silla para sentarse.

Yo solo seguía llorando, pero ese nombre me hizo detenerme.

¿Entonces lo que decía era verdad? ¿Ella en verdad no era mi madre?

Mis padres entonces… ellos habían sido asesinados el día en que fui separa del quinto elemento. Y si eso era así, entonces significaba que, nada de lo que ocurría era por su culpa.

Nith se levanto de su majestuoso asiento. Yo solo me le quede mirando, consciente de que ya no oía nada proveniente de la habitación contigua.

Su andar me relajaba, no era como el de esa mujer… no era como el de Mitz. Era diferente. Más tranquilo y confiado. Se detuvo al estar a un metro de mi cuerpo.

Tuve miedo de lo que podía pasar a continuación.

Espere lo peor cuando levanto una mano para buscar algo del bolsillo de su chaqueta. Cuando lo saco, serré los ojos y rece mentalmente porque me matara rápido.

Pero luego sentí una suave sensación, dulce y cálida. Algo tocaba mis mejillas, las palmeaba con delicadeza mientras secaba mis lágrimas.

Abrí los ojos.

Todo lo que vi fue una figura negra.

Ya no estaban esos ojos grises que me habían recibido, esos que tenían que “encargarse de mí”. En su lugar unos ojos color miel me miraban.

A partir de estos, comenzó a formarse todo su cuerpo. Tenía la misma ropa que traía puesta con el cuerpo de mi padre, pero su rostro era diferente.

El si era Nith.

El chico que había conocido esa vez, cuando mi tercera medalla iba camino al salón de los trofeos de Luke. Ese chico, el adorable chico que había ido en mi encuentro para darme la mano y felicitarme.

Detrás de él, sentada en la silla donde hace unos momentos había estado el cuerpo de mi madre, la misma chica de aquella vez, la que se sostenía al brazo de Nith en el momento en que ambos me felicitaron, me miraba expectante.

-asesinamos a tus padre aquel día para quedarnos con el quinto elemento, pero nos dimos cuenta un tiempo después que es imposible activarlo sin la ayuda del portador y ¿sabes por qué? Pues simple, las dos piedras que salieron de ti, tienen mente propia. Y cuando tuviste a tu alcance la mitad del quinto elemento, éste, junto con el resto, se activó mágicamente. Fue cuando nos dimos cuenta de que Amethyst había nacido- Nith, todavía sostenía el pañuelo que estaba adosado a mi rostro. –nunca quisimos causarle daño a nadie, solo queríamos hacer un simple trueque, uno en el que tus padres pudieran cuidar de ti como se debe mientras nosotros nos quedamos con la piedra, pero… ellos nos lo hicieron difícil y gracias a eso, su adorada hija se quedo sin padres.- retiro el pañuelo de mi mejilla y luego me tendió la mano, en plan de ayudarme a ponerme en pie. Pero yo me rehusé y obligue a mis pies a plantarse en el suelo.

De repente, sentí como la puerta a mis espaldas se abrió. Volteo rápidamente y corro al encuentro de Amethyst y de Adam.

Todos mis miedos se materializaron al ver como Adam cargaba a Amethyst en sus brazos, ella se encontraba inconsciente, con incontables moretones pintados en todo su cuerpo. De su labio una gota de sangre resbalo. Adam tenía el mismo estado que la niña, aunque mucho peor. Su ojo izquierdo se encontraba cerrado por la hinchazón que había provocado uno de los golpes, entró cojeando, por lo que dio a entender que algo grave le sucedía a su pierna y su cuello estaba lleno de marcas rojas… Deo lo había tratado de estrangular.

Éste apareció detrás de ellos, con una sonrisa despiadada en el rostro, como orgulloso de lo que había acabado de hacer.

Algo cálido, ardiente en mi interior, comenzó a extenderse por todo mi cuerpo. Mi instinto salió a flote y luego nada podía detenerme ahora.

Me gire bruscamente y corrí con todo lo que tenía en dirección a esas personas que habían vuelto a adoptar el cuerpo de mis padres. Lo que me dio más razones aun para aumentar mi furia.

Solté un grito extraño y amenazante que hizo eco en la estancia, pero fue todo lo que necesite para estar segura de que tenía el valor para atacarlos.

“los derrotare” le había dicho a Bart un día. Y eso hare, aquí y ahora. Nadie me lo va a impedir.

O eso creía…

Una figura blanca se materializo justo entre los impostores que se hacían pasar por mis padres y yo.

Me sorprendí al divisar una ráfaga de cabello rojizo en la figura blanca. No podía creerlo.

-¡Lucien!- grité cuando sus ojos rojos aparecieron. Sabía que me había visto pero también sabía que no se había percatado de lo que sucedía.

Me abalance sobre él y lo abrace contra mi pecho mientras lo atraía un poco más lejos de Mitz y Nith. Entonces lo mire a los ojos.

-¿Cómo has llegado aquí?- susurré de modo que nadie más oyera. Pero él meneo la cabeza y luego me tomo de la mano. Con la otra sacó una cosa de su bolsillo, era alargada y estaba cubierta en un velo negro muy brillante.

-¿Qué es eso?- le pregunte. Pero el, en vez de responderme lo colocó con delicadeza en mi mano.

-te va a sacar de aquí- me dijo.

-yo… yo no quiero salir de aquí- él se volteo a mirarme con los ojos abiertos de par en par. Se fijo en mi rostro hinchado por haber llorado tanto y luego soltó la mano que agarraba la mía para alargarla hasta tocar mi rostro.

-has llorado mucho- dijo con tristeza en sus ojos. – ¿Por qué no querrías salir de un lugar que te ha hecho tanto daño?-

-porque necesito llevar a cabo unas cuantas cosas- le dije sonriéndole y al mismo tiempo luchando internamente por mantener alzadas las barreras en contra de un rio de lagrimas.

Mire la cosa alargada cubierta por el velo negro que tenia sostenida en su mano.

-sea lo que sea, no lo voy a necesitar… pero conozco de alguien que si lo necesita- dije mirando en dirección a Amethyst que seguía inconsciente en los brazos de Adam.

Sentí como Lucien miraba en la misma dirección que yo.

Sonreí internamente.

-yo te cubro- le susurre en el oído. Sabía que él lo entendería. Le di un pequeño empujón en su espalda y él se acerco unos pasos hacia Amethyst.

Pude sentir el desconcierto en todos los presentes por la repentina aparición de Lucien en la sala. Mire a Mitz y luego a Nith.

-solo les daré una oportunidad para que se rindan en este mismo instante- les dije intentando mitigar el enojo y la tristeza que sentía por dentro.

Ambos se rieron de mi atrevimiento, pero al ver mi rostro, se detuvieron.

-estas enloqueciendo- dijo Mitz y se acerco a mí con su largo vestido danzando en el aire. Se detuvo a unos centímetros y luego miro a Lucien detrás mío. –el es, ¿no es cierto?... el es el quinto elemento-

-no te importa, nunca le pondrás las manos encima.- dicho esto levante el puño en el aire y lo dispare en contra de su rostro, pero ella fue más rápida y se agacho para luego estirar una pierna y hacerme caer con ella.

Me golpee muy fuerte en el costado pero no me detuve y volví a atacar. Esta vez agarre su tobillo y jale lo más fuerte que pude. Con esos tacones caería de inmediato, y estaba en lo cierto. Perdió el equilibrio y cayó al suelo justo como un saco de papas lo haría. Ahora las dos estábamos igual, en la misma posición, agazapadas y a la espera de que la otra atacara.

-entonces quieres pelear ¿no?-

-no si prometes que nos dejaras en paz- le dije esperando que me tomara en serio, pero a juzgar por la expresion en su rostro estaba segura que me tomaba por una niña tonta que no sabia de lo que estaba hablando.

“pobre” pensé.

Di la vuelta y corrí hacia Lucien. Le tome una mano y luego lo arrastre conmigo hacia donde estaba Amethyst, a ella también le tome la mano.

-¿me brindan sus poderes? Solo será un momento, se los prometo- Lucien me miró, incrédulo por lo que oía. Pero yo le dedique una sonrisa y luego el asintió, algo inseguro de lo que tenía que hacer. Yo tampoco me encontraba muy segura de esta táctica pero estos niños eran el quinto elemento y yo nací con ellos dentro de mí, por lo tanto, algo debía de pasar ¿no es así?... esperaba no equivocarme.

Mire a Amethyst quien se encontraba con la cara pálida y los ojos cerrados. Me acerque a su frente, y ahí en la coronilla deposite un beso.

Sentí un apretón por parte de Amethyst, y pude sentir como ella quería intentarlo también.

-bien, entonces prepárense-

Serré los ojos e intente concentrarme lo más posible a pesar de que sintiera gemidos por parte de Adam cuando éste nos estaba protegiendo de los ataques que estaba causando Deo. Me desconecte completamente, y comencé a verme a mí misma en mi mundo, sentada sobre una pradera verde con flores de diferentes colores y siendo acompañada por un Bart sonriente.

Fue cuando comencé a sentir dos energías distintas recorrer mis brazos, ambas se dirigieron a mi corazón donde se mantuvieron en un constante movimiento circular, a cada vuelta la dos energías giraban más rápido y después de un corto tiempo, cuando estaba segura de que había llegado al límite de velocidad, de repente y sin previo aviso, todo se puso negro… muy negro.

… ya no pude sentir nada mas…

2 comentarios:

  1. NOOO!
    hahaha, quiero mas, quiero mas, no puedes dejarme alli!
    hahah, bueno al menos estoy feliz que haya nuevo capi! hahaha XD
    Vaya, que valiente es Sophie, yo que ella salia corriendo por mi vida apenas habñia aparecido Lucien....
    pobrecitos Adam y la nena.... QUE NO TIENEN PIEDAD?!
    hahaha, oye risa, siempre me encantas con todo lo que escribes! hahaha, espero que subas el capi muy pronto...
    sabes que te kiero mucho amiga! nos leemos
    atte:
    withney
    pd: una cosita: "serrar" se escribe con c :$ hahaha ilu <3

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  2. Hola.. Me ha encantado tu historia.. Este capitulo estuvo FANTÁSTICO.! Muero por leer el próximo..

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