sábado, 5 de febrero de 2011

capitulo 8: misteriosamente encantador.

jijijij al fin!!! lo ciento muchisisismo por hacerlos esperar tanto, y por un capitulo yan corto como este. pero es que he estado realmente muy ocupada con las clases y eso que no han comenzado los examenes :s
bueno como siempre espero que lo disfruten. DIGANLE NO AL PLAGIO. y me dejan sus coments a ver que les parecio. :)

PD: se van a encontrar con una estrellita roja, significa que al final del capi esta la explicacion de lo que ocurrio en ese especifico parrafo.

PDD: los personajes que aparezcan en este capi apareceran en la pestaña que dice PERSONAJES





Hablando toda la noche descubrí el nombre del chico. Bret Lovely. Le dije que era el apellido más interesante con el que me había cruzado pues significaba adorable en ingles. Me dijo que mi nombre era muy hermoso también.

Le dije que me había perdido mientras caminaba por la playa y que como la playa se encontraba muy provocativa y no tenía un traje de baño entonces decidí dejarme llevar. La mayoría era mentira pero si le decía la verdad estaba segura que huiría de mí en cuanto viese la oportunidad.

Me di cuenta en todo ese tiempo de que era lo que había sucedido.

Cuando cruce esa luz blanca al final del callejón, y cundo me deje guiar por Uriel, fue cuando pase del mundo surreal al real. Ahora me encontraba en mi ciudad natal pero… por alguna razón no me encontraba cerca de mi hogar, todo lo contrario, había “aterrizado” por así llamarlo en Higuerote un pequeño pueblo de Venezuela en donde la gente es amable y considerada pero apenas se encuentra poblada. Esta playa, llamada Caimancito, queda a unos quinientos kilómetros del pueblo más cercano.

Bret y su familia compuesta por su hermana menor Laura y su padre Austin, parecían estar acampando, como en un sublime escape del ruido y la contaminación.

Nuestra larga conversación abarco la mitad de las horas que me quedaban de sueño así que solo pude dormir unas tres horas.

Para cuando me desperté me di cuenta que Bret no me acompañaba. En lugar de su persona, una nota ocupaba su lugar vacio.

La tome entre mis manos mientras olía esa fragancia que llagaba hasta mi rostro, una dulce y masculina que me envolvió por completo.

La abrí y apenas pude entender esa rara letra, pero comprendí lo suficiente como para captar lo que expresaban sus palabras.




“querida Sophie:

Apenas puedo decir que te conozco, pero me caíste muy bien y la verdad quisiera seguir hablando contigo. Tal vez algún día pueda conocer todo acerca de ti.

Mi familia y yo estamos regresando a Miami que es de donde provengo.

No sabes cuánto espero poder volver a verte. Cuídate mucho.

Te quiere, tu amigo Bret L."




Esa dulce colonia todavía seguía adherida a mi rostro, mi nariz la aspiraba con desdén como si ahora ese fuese mi oxigeno. Mire hacia el camino que había sido abierto a propósito la noche pasada. Empecé a caminar mientras bostezaba y me desperezaba. El sueño me cerraba los ojos pero quise mantenerlos abiertos.

Solo me hizo falta caminar unos cuantos metros para darme cuenta de que ya había llegado al pequeño lugar donde horas antes la familia se encontraba alojada. La carpa todavía seguía armada en el centro de aquel claro. una fogata apagada y cenicienta se ubicaba justo donde recordaba haberla visto antes.

Pasee la mirada por ese verde lugar, dándome cuenta que nuevamente, me encontraba sola.

Desesperada Salí corriendo hacia otra dirección, una que no había tomado antes. Tal vez me encontraba adentrándome más en la espesura de la selva, pero no me importaba, ya nada me importaba.

-¡Bart!- un grito resonó en la distancia, clave mi voz en ese nombre que tanto extrañaba y lo llame con un grito doloroso y agonizante.

Mi voz resonó en la distancia, dividiéndose tres veces más hasta perderse. Me quede ahí parada, viendo como por mi grito los pajaritos revolotearon por encima de mi cabeza buscando una salida entre la vegetación. Cuando al fin se fueron me di cuenta que ahora había alejado de mi a los únicos seres que aunque indirectamente aun estaban acompañándome. Ahora sí que estaba sola.

Baje la mirada, dolida y asustada. Pero entonces una cosita se me cruzo en el camino.

La piedra roja, ese rubí que hace mucho tiempo atrás había vivido en mi interior, ahora se encontraba colgando de mi cuello.

Lo sostuve entre mis dedos, lo acaricie y lo observe.

-solo tú y yo- susurré mientras lo apretaba contra mi pecho. Debía protegerlo, no solo porque si me lo arrebataban el futuro del mundo sucumbiría en la catástrofe total, sino que también se lo debía a los arcángeles, era mi responsabilidad.

La piedrita comenzó a brillar. Al principio era un punto de luz que se formó en su interior pero luego, se fue expandiendo cada vez mas y mas hasta que lo abarco todo.

Extrañamente comencé a sentirme mareada, las cosas daban vueltas y no podía detenerlas.

Caí de rodillas, y ahí, en ese preciso momento mire hacia adelante dándome cuenta que una figura de flores empezaba a tomar forma. No era como si solo estuviese contenido por flores flotantes, más bien era como si las flores delinearan una figura “humana”

El collar que sujetaba la piedra a mi cuello se rompió ante la presión que esta ejercía para soltarse.

Se estiro hacia adelante arrastrando la rota cadena detrás. La figura de flores la tomo entre sus dedos y luego la piedra pareció fusionarse en ese ser.

Un segundo después, delante de mí, la figura de un niño pequeño, quizás contando con unos seis u ocho años de edad, apareció.

El tintinear de una campana melancólica y lejana, llego a mis oídos como un susurro que trae el viento. Cuando vi el rostro de aquel niño, sus labios, finos, rojos y delicados se reían con soltura.*

Sus bracitos blancos y regordetes aguantaban su estomago mitigando el dolor producido por sus carcajadas.

El aturdimiento me dejo inmovilizada por dos segundos más. Y cuando tuve los primeros indicios de que había recuperado la movilidad de mi cuerpo, casi de inmediato me puso en pie aun presenciando la cálida risa de aquel extraño niño.

Lo mire confundida, apreciando su aspecto.

Era un niño promedio, con ojos rojo-rubí y cabellos castaños tirando a tener un color rojizo, además contaba con algunas mechas naturales que se le habían formado. No llevaba nada puesto. Su pequeño cuerpo estaba desnudo, cosa que provocó el sonrojamiento de mis mejillas.

Mis manos se movieron velozmente a causa de la pena. Pero cuando al fin pude ver a ese niño con mi abrigo, me sentí mucho mejor.

Cuando el niño se vio envuelto en mí esa fuente de calor beige, paro de reír. Y enjugándose las lágrimas de los ojos, estos por primera vez me miraron.

-¿dónde estoy?-

-en higuerote, Venezuela- le dije sin despegar mi mirada extrañada de su expresión.

-¿y dónde queda eso?-

-¿no sabes dónde queda Venezuela?- el niño parecía confundido. –está bien, no importa. ¿sábes de dónde vienes?- se quedo mirando al piso mientras negaba con la cabeza. -¿sabes a dónde vas?- se volteo, y miro al cielo. Luego comenzó a caminar. Dándome la espalda por completo. –hey!- le grite alcanzándolo.

-siento que tengo algo que hacer-

-¿y qué es?- volteo a mirarme, sus ojos se clavaron en los míos con dulzura.

-tengo que permanecer a tu lado…- dijo mientras algo se revolvía en su mente, como si no estuviese completo.

-pues qué bueno que pienses así, porque no puedo dejar a un niño como tú solo en un bosque como este, además tienes algo que me pertenece- sus ojos empezaron a brillar con la fuerza que requiere la confusión.

-¿te refieres a esa piedra roja?-

-si…-

-sé donde esta-

-¿de verdad?- el niño asintió y luego siguió mirándome con su inocencia marcada en esas bellas facciones.

-aquí…- su manito fue directo a su pecho, donde descansó.

-¿está dentro de ti?-

-por lo que recuerdo…. Si- parecía estar seguro de lo que decía. Y yo le creía. Ya a estas alturas no creerle seria una cosa de locos.

Le sonreí, y trate de buscar confianza en sus extraños ojos.

-voy a protegerte, no solo porque no podría dejarte solo sino porque además tengo que proteger lo que hay dentro de ti- el niño pareció estar de acuerdo con esa propuesta, entonces su mirada comenzó a cambiar, ahora se volvía la de un niño normal. Con alegría, despreocupación y paz. –Entonces, ¿Cuál es tu nombre?- le pregunte, aunque me parecía obvio que después de haber aparecido sin ropa delante de mí y sin noción de lugar ni de tiempo, no supiera su nombre.

-no lo sé, supongo que no tengo uno- me quede pensando y luego tuve una idea.

-¿te agradaría el hecho de que te ponga uno?- el niño me miro con extrañeza, como si yo fuera la que estuviese desnuda en pleno bosque y contara con ojos color sangre.

-seria, lindo…- no pude menos que reírme por esa respuesta. Sentí como el niño se unió a mis carcajadas.

-me caes… muy… bien!- intente decir mientras aguantaba la risa y lo miraba con un ojo abierto y otro cerrado.

Respire un par de veces, e intente tragar los rastros de risa restante.

-está bien! Entonces ya se cual va a ser tu nombre!-

-¿en serio?¿cuál?- dijo mientras se acercaba a mí con una sonrisa en sus labios.

-Lucien- dije satisfecha.

Su carita se contorsiono en una mueca de pura alegría. Y yo también me puse feliz, ahora no estaba sola pero otro problema asalto mi mente, me quedaba averiguar quién era este niño, y además descubrir cómo sacar la piedra de su cuerpo sin lastimarlo.

Reanudamos el camino que estaba tomando, el niñ… Lucien me tomo la mano, y yo se la estreche mientras se me formaba una sonrisa en el rostro.

No sabía que me estaría esperando en el siguiente trío de arboles o en el siguiente par de arbustos, lo único que sabía y de lo que estaba totalmente clara, era que, junto a Lucien y siendo yo la mayor, me sentía más fuerte.

Lo que sea que estuviese esperando, seria él y no nosotros el que se llevaría la mayor sorpresa de su vida. La muerte…



*Lucien se rie por la magia que en ese momento que cubre su cuerpo. lo mismo ocurrio en la historia que le conto luke a sophie donde le revelaba su verdadera existencia y le dijo que "cuando el remolino de magia dejo de cubrir su pequeño cuerpo, la bebe se encontraba riendo por la repentina dosis de energia/magia"

3 comentarios:

  1. omg! NO tienes idea de como he alucinado que me mandaras un cbox d que habia nuevo capi y aqui esta! estoy tan emocionada"!

    menos mal que este chico se devolvio a miami, por un segundo, pense que le iba a ser un problema a Bart y solo queria que se marchara!

    y que con eso del niñito y la piedra? no puedo esperar para leer mas!! haha, me voy a volver tu acosadora personal!

    te mando un beso amiga y que tengas una excelente semana!

    te kiere, tu amiga WITHNEY

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  2. hayy! me encanto, me emocione cuando vi que ya habias actulizado. estoy preocupada por bart, y este niño es tan lindo!!
    me encanta que la historia se desarrolle en venezuela. aunque me has dejado con ganas de mas con ese final.

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  3. que tieerno y adorable! me encanta tu historia, de verdad y creo que no paro de decirlo.
    Seguire cn el siguiente capitulo... que espero leer cn ansias.
    Besoos!

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