sábado, 26 de febrero de 2011

capitulo 9: Bart

hola chica/os al fin hoy les vengo a traer un nuevo capitulo de SLG.
me disculpo, porque se que me he tardado, y ademas no he participado mucho en el mundo bloggero, pero en estos momentos estoy teniendo el sin fin de problemas, de esos que no te dejan dormir y que te agotan mucho, bueno exactamente asi estoy ahora.

este nuevo capi es un poco corto, bueno talvez no para ustedes, pero en lo personal queria que se alrgara un poco, pero mi impaciencia me llevo a montarlo asi. jajaja

espero poder saber si les gusto, y si no se confunden o algo asi. cualquier duda me la hacen saber.
los quiero mucho!



Un dolor agudo se instalo en mi pecho, ahí donde se suponía que debía latir mi corazón.

El tiempo se me acortaba, pero debía permanecer aquí por ahora. Brasil era el lugar perfecto para mi recuperación.

Cada vez que pensaba en ella, el corazón se me estrujaba y me impedía respirar. ¿Qué estaría haciendo en estos momentos?

La última vez que la vi fue en aquella cínica tienda, donde me había ordenado que me adelantara mientras ella revisaba los retazos de mi mente pasada. Había visto todos esos vestidos, los había tocado cuando se encontraban con sus verdaderas dueñas y por eso decidí no permanecer por mucho tiempo mas, viendo como todos esos recuerdos perdidos se aproximaban para hacerme daño.

Luego de haberla dejado en la tienda, me adentre en las profundidades de las calles colombianas que quedaban de mis recuerdos. Casi podía sentir los momentos que pase en esos lugares. Los podía escuchar y oler. Pero ya no podía detenerme a pensar en el pasado, solo en lo que se avecinaba para un futuro.

Fue ahí cuando de repente el mismo dolor que estaba sintiendo en este momento pero un poco más fuerte y más prolongado, me atacó y me tumbo al suelo pedregoso. Donde me quedé aguantándome el estomago hasta que unas manos fuertes me sostuvieron de los hombros y me ayudaron a levantarme para luego, gimiendo y cojeando como un perrito asustado, regresar a la Tierra donde me esperaba la casa de mi mejor amigo. Raphael. Bueno, el arcángel Raphael.

Lo conocí cuando aquel ángel hace mucho tiempo me dono sus poderes. El fue el que me mantuvo al margen, entre la vida y la muerte, y todavía aun sigue buscando una cura para lo que me sucede.

Raphael me había estado cuidando desde entonces. Hace dos días que me mantiene pegado a una cama, dándome por vía intravenosa medicinas que el mismo había preparado. Confiaba en el, después de todo, el era el mejor curandero, doctor o chaman que pueda existir en toda la extensión terrestre.

Recordé que una vez, estando con él, me puse a mirar una pequeña fotografía de Sophie, en la que aparecía sonriente, como ella es, y con sus largos cabellos bañados en oro, ondeando al viento.

Se veía hermosa y más adulta de lo normal, pero sus ojos expresaban cuan niña en el fondo, todavía era. Raphael me pregunto que porque no le decía de una vez que mi tiempo como su ángel guardián se estaba acabando… para siempre. Y yo no supe que responderle.


De vuelta al presente, me encontraba más preocupado de lo normal.

Sentía algo en el ambiente, que me inquietaba y me erizaba los vellos de la espalda.

Si quería salir de aquí sin que Raphael lo notara tenía que moverme rápido. Por eso tomé mis cosas que hacía ya dos días que se encontraban atrapando polvo encima de la cabecera de la cama y me prepare para comenzar una oración de teletransporte.

venti a septentrionibus, veni da mihi donum fac travel.
South Kings opes mihi fortuna mihi itineris.
Exaudi oration….”


Antes de poder terminarla, la ronca voz de mi querido amigo, ese que no quería ver en este momento, invadió la habitación. Descontrolando por un momento el ulular de las palabras en el viento.

-dios mío Bartholomew, ¿Qué pensabas hacer?- lo vi pararse en la puerta con una expresión angustiante. Luego caminó en línea recta hacia mí. Sus manos sostuvieron mis hombros e hicieron voltearme bruscamente, pero no sentí dolor con ese movimiento, aunque sabía que si yo hubiese sido el causante, me hubiese dolido como los mil demonios.

-olvídalo- dije tumbándome en la cama de nuevo.

-se que quieres volver. Pero si no te has recuperado del todo, lo único que lograras será causarle un mal rato a sophie- me dijo mientras volvía a buscar las venas en mi brazo para inyectar la aguja por donde pasarían los medicamentos exclusivos.

-es que no entiendes, esto… es diferente, es como si sintiera que algo horrible sucederá pronto y puedo evitarlo si tan solo me dieras la oportunidad de…-

-no te irás, Bartholomew- replico desafiante.

-pero…-

-ya dije que no- repitió y luego dio media vuelta hasta centrarse en el medio de la habitación.

-no lo hagas…- suplique.

-tengo que hacerlo, es por tu bien- dicho esto, sus manos se juntaron y de sus labios salió una oración que yo conocía aunque nunca pude poner en práctica. Era la oración para invocar la protección de los ángeles guerreros.

Estos eran agresivos, eran los que luchaban junto con los buenos para acabar con los malos, se encontraban siempre protegidos por unas armaduras de hierro blanco y unas espadas en forma de rayo. En el mundo humano podían llamarse policías.

-¿Qué pasaría si te dijera que si no me dejas ir en este momento no solo a Sophie le su-sucedería algo malo, sino que también al resto de la raza humana?- mis palabras lo hicieron detenerse, y así cerró los ojos y medito un momento el asunto.

-tendría entonces que darte una dosis muy fuerte de intracbudim-

-ese es el medicamento que…-

-si… es el nuevo, aun no está probado por completo pero… se que tu lo resistirás. Aun así hay unas condiciones que debes seguir- se retiro del circulo que había formado en el centro de la habitación y se dirigió a unas repisas que sostenían pequeños frascos con líquidos de colores adentro.

“–tienes que evitar acercarte al agua- dijo mientras tomaba el frasco de la primera fila y lo destapaba. –no puedes realizar mucho movimiento, porque si no, la medicina se convertirá en un veneno que absorberá tu cuerpo muy lenta y dolorosamente.- vertió el liquido fucsia fosforescente del frasco en un recipiente, luego busco otro frasco que contenía un liquido azul reluciente y lo vertió junto con el fucsia que juntos formaban un color purpura apagado.

“-evita ser tocado por magia de un ángel caído….estarías perdido si eso ocurre- vertió el liquido purpura en un frasco aparte y luego tomo la aguja conectada a mi brazo. –estoy confiando que esta medicina podría salvarte-

-y yo confío en que dure los suficiente como para proteger a Sophie de lo que sea que se avecine- soltó una sonrisa y luego me miro como lo hace un padre a su hijo, tal vez como lo hacia mi padre hace mucho tiempo.

-cuídate mucho joven enamorado, me hubiese gustado que el arcángel Chamuel no te hubiese metido en este lio del amorío, pero ya es muy tarde…-

Antes de que introdujera el líquido en mi brazo, exprese mi opinión acerca de su comentario.

-yo al contrario, estoy agradecido de enamorarme de sophie y no de alguien más. No me importa si ella no se preocupa en mirarme o en prestarme atención, estoy feliz mientras ella lo esté.- en ese momento sentí el liquido entrar por mis venas, hinchándolas y retorciéndolas.

El dolor del pecho empezaba a disminuir y hasta me pareció sentirme más fuerte y con más energía.

Oí como Raphael emitía una oración de teletransporte y sonreí.

-gracias…- le dije antes de ver una radiante luz con símbolos arábigos flotando en el aire.

Solo fue necesario un parpadear, para darme cuenta que la cama suave y mullida ahora había sido cambiada por tierra húmeda y putrefacta.

El aire puro se extendía a mi alrededor, provocándome a respirarlo con ganas.

Era de noche, la oscuridad se extendia por todo el bosque. Me pregunte porque sophie estaría en un lugar como este. Pero seguro pronto lo sabria.

Me trague la bilis que se habia acumulado en mi garganta después de mucho dormir y poco comer.

Fue ahí cuando un perfume femenino y delicado, rosó el ambiente, flotó y zigzagueo hasta llegar a mi.

Era el incomparable y siempre deseable perfume de sophie.

Segui ese aroma sin moverme del lugar en que me encontraba parado. Los ojos ya se me habían acostumbrado a la oscuridad, y ahora ya podía precisar detalles.

Lo primero que vi fue un tronco de forma cilíndrica pero que presentaba orificios en su superficie y parecía ser muy viejo, sobre el, una persona se encontraba durmiendo muy tranquilamente.

Pensé que se trataba de sophie, pero algo me hizo detener, y eso fue el darme cuenta de la llamarada de color que expedia el cabello de esa persona. Era rojizo, un rojizo muy fuerte.

Esos hilos rojos se esxtendian por su rostro, haciendo parecer que necesitaba un inmediato corte de pelo.

Solo se trataba de un pequeño niño, de unos notables seis o siete años.

Traia puesto el abrigo de sophie, y esto me hizo fijarme en el bulto de colores claros que se encontraba a los pies del tronco.

Sus cabellos dorados se encontraban desparramados por el suelo, enmugreciéndose por el contacto de esa tierra pestilente.

La mire con mas detenimiento, mientras me iba acercando a ella.

Sus labios se encontraban morados a causa del frio y sus brazos abrazaban su cuerpo para protegerlo, en vano, de unos temblores incontrolables.

No espere mucho mas y me quite la chaqueta que traia puesta, una de cuero que tenia un fondo abrigado y útil para estas ocasiones. Lo pase por los hombros desnudos de sophie y luego deposite un beso en su cabeza.

Volvi a mirar el cuerpo del niño que parecía estar bien con respecto a la temperatura del ambiente, diría que mas que bien se encontraba a gusto, durmiendo en un sueño profundo y agradable que le arrancaba una sonrisa de sus perfectos labios rojos carmesí.

Después preguntaría quien era. Por ahora, ya que me faltaba el sueño, decidi preparar un poco de comida y talvez ir por un poco de leña para armar una fogata.

Todo esto lo hice con calma, recordando las condiciones de Raphael.

Cuando el fuego estuvo listo, empece a hervir algunos vegetales que encontré cerca.

Sabia que el olor de la comida recién hecha despertaría a sophie. Sabia que abriría los ojos en cualquier momento.

Pero con lo que no contaba era que esa extraña sensación en mi estomago apareciera.

Era raro, como si tuviese mucha hambre cosa que no podía ser posible porque yo no me alimentaba. Al estar literalmente muerto es muy difícil que te gusten las cosas de los vivos.

Un escalofrio recorrió mi columna vertebral. Me estremeci y entonces me puse en guardia con un rápido movimiento que me peso en la conciencia por la condición de Raphael.

Nada habia cambiado en el bosque, ni si queira los animales se encontraban inquietos.

No sentía miedo, al contrario me sentía lleno de energía y de suspicacia. Podía oler esa presencia negra que invadía el bosque, casi podía sentir entre mis dedos las plumas de sus alas oscuras.

Me sentía como un verdadero angel, no uno a mitad de camino sino uno de verdad.

Desenvaine la espada que siempre llevaba en la empuñadura de hierro plateado amarrado a mi cinturón y la extendi en el aire esperando pacientemente a lo que sea que viniera por sophie.

La rara sensación en el estomago no habia cesado, sabia que no podía darle crédito a la presencia negra pues nunca me sentía de ese modo en estas situaciones, pero habia una diferencia entre esta situación y las demás y claramente era el hecho de que, por mis venas, una exótica y fulminante sustancia fluia.

Tengo que aceptar que por un momento el miedo me invadió, miedo a abandonarla, miedo a perderla, miedo a irme, miedo a morir, miedo a perder la oportunidad de seguir viendo esos ojos color verde. Pero no deje que me dominara. Ese momento en el que el miedo me domino, ese segundo en que estuvo presente en mi mente, me dio oportunidad de llenarme de adrenalina.

Sin embargo, la sensación en el estomago no habia terminado pues después de su humilde llegada amenazo con volverse mas fuerte, mucho mas fuerte y violento.

Mis rodillas temblaban por el dolor que todo mi cuerpo sentía. Aun asi tenia que seguir en pie.

-veo que vinimos en buen momento- una voz muy conocida me hablo desde atrás. Yo sabia quien era, solo que no le daba crédito a mis oídos por lo que oian. Era imposible, yo ya habia cumplido el pago con ellos. ¿Por qué seguían aquí?

-m-mitz- dije entrecortadamente. –¿Qué haces aquí?-

-querido amigo, bart, venimos por la chica-

Un switch sono en mi cerebro, como si todas mis corazondas ahora fueran ciertas. Me dirigi trastabillando hacia sophie, ella se habia cambiado de posición, se encontraba tan tranquila, tan bella y reluciente que me impulso a seguir aguantando el dolor.

-¿porque el apuro?- dijo otra voz diferente, era nith quien se habia adelantado y ahora se encontraba sentado al lado de sophie… acariciándole los cabellos, como si a el pertenecieran.

-quitale las manos de encima- dije mientras me lanzaba hacia el, ignorando por completo el dolor.

La espada que habia estado arrastrando por la tierra, se clavo en algo duro y por un momento pensé que eso habia sido el cuerpo de nith pero me equivoque, era el tronco donde se encontraba durmiendo el niño pelirrojo.

Mientras tanto mi cuerpo aterrizo en un espacio que se habia formado entre el tronco y la tierra.

Me aguante la cabeza con pesadez, y luego arranque la espada del tronco para rápidamente voltearme. De repente, todos se habían ido.

Mitz y nith se fugaron con el viento, llevándose con ellos el dormido cuerpo de sophie.

Me quede ahí, en shock mientras me decía que lo que estaba pasando no era cierto.

No podía ser cierto…

-sophie!- grité con un último aliento que quedaba en mis pulmones.

Antes de caer, y cerrar los ojos, lo último que vi fue un destello rojo. Luego no pude precisar nada más.
PD: Mitz y nith son los que aparecieron en el capitulo 6: iguales - primera parte

3 comentarios:

  1. ¿QUE?
    NO SE PUEDEN LLEVAR A SOPHIE!
    OH DIOS!
    pero que capitulo!
    A esto llamo yo un regreso a a la blogosfera, eh?
    hahaha, Risa, estoy tan feliz que estes de vuelta!, no tienes idea de la falta que me hacias!
    Te mando un beso y espero escuchar de ti pronto!
    PD: No olvides que todo problema tiene solucion ( y que existen las pastillas para dormir :D)

    te kiere:

    Withney

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  2. WOW, acabo de terminar el cap, y estoy, solo, WOW (sí, explicándome soy un asco). Me encantó el cap, espero que publiques pronto.
    Por cierto, espero que tus problemas se arreglen, pero recuerda que tanto en el mundo bloggero como en el "real", hay personas que te quieren y que te puden ayudar :)
    Espero que todo vaya bien, te quiero.

    PD: Me llevo tu banner a mi otro blog, espero que no te importe

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  3. esta enamorado de ella! no te imaginas como me emocione y se me acelero el corazon! que tieerno! y que lo admita aasshh! ya me puse al diaa y necesito el otro capi, para saber que le pasa a Sophie, me dejaste... woow, necesito mas.
    Y espero que tus problemas se arreglen, porque, nada en esta vida es incorregible o solucionable y lo que dijo cam es cierto: siempre hay personas que te quieren.
    Besoooos!

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